La relación de Marta López Álamo y Kiko Matamoros sigue viento en popa. De hecho, aunque muchos no les auguraban un largo recorrido en sus inicios, el matrimonio ha demostrado que es una de las parejas más consolidadas del panorama social nacional. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, aunque a la modelo “se la sople”. Y no lo decimos nosotros, sino ella. Con esta frase se ha referido a las críticas que lleva recibiendo desde que decidió unir su camino con el excolaborador de ‘Sálvame’ y todo lo que ha perdido en el transcurso de su feliz relación con su marido.
Marta López Álamo y Kiko Matamoros han sido los últimos invitados al podcast Club 113, presentado por Goorgo, Nil Ojeda y Werlyb. Sentados en el sofá junto a los tres youtubers, la pareja se ha abierto en canal y hablado de su vida, sus proyectos y su relación. A este respecto, la modelo no ha podido evitar referirse a los graves problemas a los que se ha tenido que enfrentar desde que está con el colaborador. Sobre todo, cuando este copaba un sinfín de titulares por sus intervenciones y los rifirrafes constantes que protagonizaba en el extinto programa presentado por Jorge Javier Vázquez en Telecinco.
Un flechazo que terminó en boda: ¿cómo se conocieron Marta y Kiko?
Una relación, la de la pareja, que comenzó en 2019 después de coincidir en una fiesta en Madrid. Dicen los que estuvieron presentes (y ellos han corroborado) que lo suyo fue un auténtico flechazo. Marta López y Kiko no tardaron en gritarle a los cuatro vientos que estaban enamorados e hicieron público su idilio al poco tiempo. Una noticia que no estuvo exenta de cuestionamiento. Especialmente por la diferencia de edad que hay entre ellos: 40 años. Cuando se conocieron, ella tenía apenas 22 años, tres años más que la hija pequeña de Kiko, Anita Matamoros.
Sea como fuere, la pareja no cedió a las presiones y reforzaron su amor con románticos viajes, escapas de ensueño e innumerables publicaciones en Instagram demostrando que lo suyo era más que un ‘aquí te pillo, aquí te mato’, como muchos apuntaban. Tanto es así que, cuatro años después, Marta López y Kiko se casaron en una exclusiva boda por todo lo alto. Fue el año pasado y, desde entonces, parece que están en una luna de miel perpetua.
La incompatibilidad de la profesión de Marta López y su matrimonio con Kiko
En su última entrevista, Marta López Álamo se ha sincerado sobre el cambio radical de 180 grados que experimentó su vida a raíz de su relación con Kiko. En especial, en el terreno profesional. “La gente se cree que una persona no puede estar con otra porque esté enamorada. Yo empecé con él porque me enamoré de él a pesar de sus circunstancias. Ha sido muy duro porque yo nunca me quise meter en televisión. Mi relación es muy incompatible con mi profesión aquí en España”, ha comenzado diciendo la modelo ante la atenta mirada de su marido.
La también influencer asegura que en estos cinco años de relación ha perdido muchas ofertas laborales. “Kiko me ha dado seguidores, ok, pero la profesión de Kiko no es una profesión aceptada. Si estuviera con un futbolista o con un director de cine o con alguien de la industria de la moda se me valoraría mucho más. Pero yo valgo mucho más, esté con Kiko o esté soltera. Soy la misma, hago lo mismo esté con quien esté. Pero me juzgan por estar con él y me ha perjudicado en mi trabajo. Él no, sino estar con él”, ha confesado muy tajante.
“Que a mí me nieguen ciertos trabajos porque mi pareja es Kiko Matamoros, me parece bastante hipócrita. Que me juzguen por mis cualidades y aptitudes en el mundo de la moda. Pero me ha perjudicado mucho. La gente se enfada porque lo digo, pero es así. Te puedo hacer una lista de marcas que me han dicho que no por ser mi pareja Kiko. ¿Que me afecta? No, ahora no. En un principio me costó muchísimo, claro, pero ahora me la sopla”, ha puntualizado la modelo con un Kiko Matamoros asintiendo al tiempo que escuchaba el alegato de su mujer.
Las razones de las continuas idas y venidas de la pareja a Dubái
Los entrevistadores han querido indagar en el hecho de que la pareja viaje tanto a Emiratos Árabes Unidos, a Dubái, más exactamente. Un país donde se dan la gran vida, entre idas y venidas a exclusivos restaurantes, comilonas no aptas para todos los bolsillos y lujosos hoteles con piscina y gimnasio incluido. Una realidad que ellos mismo se encargan de difundir cada vez que pisan el estado árabe a través de las continuas imágenes que publican en sus respectivos Instagram. “Yo voy mucho a Dubái a trabajar. Porque, aunque no es el país donde mejor se paga como modelo, ahí nadie me rechaza por estar con Kiko”, se ha vuelto a reafirmar Marta López, muy enfática.