Mario Vargas Llosa se ha convertido en el protagonista indiscutible del inicio de la semana. Han comenzado a girar en torno a él el empeoramiento de su estado de salud y su ingreso hospitalario. Una información que hacía saltar las alarmas y por la que la familia del escritor ha tomado cartas sobre el asunto.
Ha sido Álvaro, el hijo mayor de Mario Vargas Llosa, quien ha tomado la palabra para revelar cómo se encuentra su padre en realidad: “Mi padre no está ni ha estado hospitalizado. Está con su familia, pasando unas semanas en Lima”, ha confesado el periodista. Unas palabras con las que ha demostrado que el Premio Nobel no está pasando por un mal momento en lo que a salud se refiere, pese a que pudiera haberlo llegado a parecer en las últimas horas.
Álvaro se ha sincerado en Vanitatis sobre su progenitor, del mismo modo que lo hacía la editorial en España del escritor, Alfaguara, para La Razón. La empresa negaba tajantemente que el exnovio de Isabel Preysler estuviera haciendo frente a una enfermedad grave, ni mucho menos que tuviera un problema de este tipo ya que “no hay ningún agravamiento ni ingreso” y mantiene una buena salud.
Sea como fuere, si algo está claro es que Vargas Llosa se mantiene estable. A sus 88 años, el escritor ha querido poner tierra de por medio y disfrutar de unas pequeñas vacaciones en su tierra natal junto a sus seres queridos. Al hacerlo, probablemente no había podido llegar a imaginar que todas las miradas apuntarían hacia él y hacia su estado de salud, que por ahora no parece ser un problema para el protagonista.
Sin embargo, cabe destacar que esto no ha sido siempre así. Mario sufría un revés en su salud el pasado mes de julio, cuando sus hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana se ponían de acuerdo para lanzar un comunicado explicativo: “En vista del interés de los medios por el estado de salud de nuestro padre, hacemos público que está hospitalizado desde el sábado tras habérsele diagnosticado el Covid-19”, aseguraban. Unas palabras que despertaban la máxima preocupación entre personas de todos los rincones del planeta.
Pero lo cierto es que, finalmente, el Premio Nobel consiguió salir ileso de este bache pese a haber estado ingresado en el Hospital Rúber Internacional. Allí tuvo el apoyo de sus seres queridos y también de su exmujer, con quien mantiene una muy buena relación amistosa hasta el punto de considerarse familia.
Desde ese momento, apenas habían salido a relucir datos sobre Mario. El escritor prefirió llevar a cabo una vida hermética tras haber mantenido una relación muy mediática con Isabel Preysler. Pese a que su relación parecía ir viento en popa, ciertos movimientos hicieron que ambos optaran por tomar caminos separados y dar por finalizada su historia de amor. Tras este varapalo amoroso, el día a día de Vargas Llosa se había mantenido en un discreto segundo plano. El peruano se refugió en sus más allegados y en su trabajo para mantener un perfil plano en lo que a la pequeña pantalla se refiere. Algo que había conseguido hasta ahora, cuando su salud se ha convertido en el tema estrella de todos los platós de televisión.
Isabel Preysler, totalmente ajena al estado de salud de su ex
Mientras tanto, Isabel Preysler continúa con su vida con total normalidad. La también conocida como ‘reina de corazones’ no quiso volver a tener ningún vínculo con el que fuera su compañero de vida. Tanto es así, que ni siquiera se acercó al hospital madrileño en el que permaneció ingresado para saber cómo está. Una reacción que demuestra que su ruptura no fue en absoluto amistosa, y que nada queda ya del romance que mantuvieron durante ocho años.
Tampoco ha vuelto a saberse nada sobre la madre de Tamara Falcó en el terreno amoroso. La hispanofilipina dejaba claro en algunas de sus apariciones públicas que de momento no había encontrado a su media naranja, aunque no es algo que en absoluto la preocupe. Sí que está volcada en el cuidado de sus nietos y en el bienestar de sus hijos, incluido el de la marquesa de Griñón, que a veces abandona su domicilio para pasar la noche en la casa que posee su madre en Puerta de Hierro. Algo que genera cierta expectación y por lo que han sonado rumores de crisis con Íñigo Onieva que ella misma ha zanjado.