María Pombo se convirtió en la protagonista del pasado domingo por un pequeño accidente que sufrió en su casa de Cantabria. La 'influencer' salía de su coche, con su hija Vega en brazos, cuando tropezaba con un poste sobre el que van a instalar una pérgola y caía de espaldas al suelo. Por suerte, la pequeña Vega salió intacta de la caída, ya que su mamá reaccionó con rapidez y no la soltó ni un segundo, protegiéndola con su propio cuerpo. Sin embargo, María sí ha sufrido las consecuencias.

Su marido, Pablo Castellano, salió enseguida en su auxilio y cogió a la pequeña y ayudó a su mujer, que seguía postrada en el suelo. También lo hace posteriormente su hijo Martín, de tres añitos, que hasta entonces se encontraba en el interior del vehículo. Así se puede ver en el vídeo que captaron las cámaras de seguridad de su casa y que ella misma ha querido compartir con sus seguidores después de contarles lo sucedido.

Tras el aparatoso accidente, Pombo desvelaba que le dolía mucho todo el cuerpo tras la caída, es más, Pablo bromeaba con volver a entrenar y ella, con tono sarcástico, le respondía que el médico no la dejaba.

Dolorida y con secuelas. Así ha quedado María tras el golpe. Aunque en las imágenes de la cámara de seguridad se ve a la joven levantarse y volver a casa con aparente tranquilidad, se puede ver perfectamente como cojea. Ahora, la 'influencer' ha querido compartir cómo ha quedado su cuerpo.

Para ello ha publicado una imagen desde el sofá de su casa con un vestido que deja ver los hematomas que han aparecido en su pierna en las últimas horas: “Qué guay”, bromea junto a un sticker con el que ha querido añadir un toque de humor a lo sucedido, que, por suerte, solo quedó en eso.

 

María Pombo con hematomas

María Pombo con hematomas.

Redes

Vacaciones familiares en la casa de sus sueños

Es la 'influencer' por excelencia y sus más de tres millones de seguidores así lo demuestran. La joven ha conseguido hacerse con un éxito imparable y lo que también lo demuestran son sus ingresos... Tanto es así que María ha podido permitirse comprar un terreno en una zona de increíbles paisajes en Cantabria y construir la casa de sus sueños. A su lado, su padre, su hermana Marta y su hermana Lucía, se han construido otra. Eso sí, ellos lo han hecho juntos.

"Papín, Lu y yo nos hemos cogido un terreno y María y Pablo otro, ellos solos, básicamente porque no tenemos el dinero que tiene María", desvelaba Marta Pombo cuando contaba a sus seguidores el motivo por el que ellas compartían casa con sus padres mientras María se había hecho una casa sola.

Y a la casa, a la que han bautizado como 'Casa Vaca', no le falta detalle. Cuenta con un enorme salón con grandes ventanales, dos sofás, dos mesas de centro, y una enorme mesa de comedor. Al lado, abierta al salón, una gran cocina con una mesa y taburetes reinando en el espacio en sustitución de una isla.

Toda la casa cumple con los requisitos soñados por María: un enorme jardín, piscina privada, decoración con un toque clásico y rural... El suelo es de cerámica, los techos altos, y en el baño hay muebles de obra que acaparan todas las miradas. Las habitaciones tienen un toque único y original con papeles pintados con grandes estampados. ¿La favorita? La de los peques. Una consecución de literas en la que María desea que duerman todos los primos juntos: sus hijos, Martín y Vega, Matilda, la hija de Marta, y las dos mellizas que están a punto de llegar al mundo, María y Candela, también de Marta. Por parte de Lucía, de momento, no tiene sobrinos.

Desde allí ya han empezado a compartir su día a día y no podrían estar más felices. La familia al completo se ha reunido en Cantabria, tanto la de María y Pablo como sus padres y hermanas, incluida Gabi, y juntos comparten numerosos planes familiares: paseos por el mar, días de playa, juegos de niños, manicuras, comilonas, puestas de sol... Hasta el regreso a sus lugares más especiales: "La playa en la que he crecido, en la que lloré con el corazón roto, en la que luego conocí a Pablo, en la que me pidieron matrimonio y en la que ahora bajo a ver atardeceres con mis hijos", escribía María junto a una imagen de la playa que se ha convertido en su rincón especial de Cantabria.