El enlace de José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo es una de esas bodas que será recordada durante décadas. No todos los días se casa un alcalde de Madrid en el ejercicio de sus funciones. Dhecho, es la primera vez que sucede algo así. Tampoco es habitual que se den el 'sí, quiero' dos personalidades de tan alta alcurnia de la aristocracia de la capital. La pareja ha partido ya rumbo a Maldivas, donde disfrutarán de una luna de miel en un uno de esos envidiables bungalós sobre el mar solo aptos para los bolsillos más acaudalados. No es de extrañar que hayan elegido un destino tan exclusivo.
Con su matrimonio, el alcalde de la capital y su esposa, 20 años más joven que él, suman dos importantes linajes de la alta sociedad. Un 'combo' nupcial tan rico en largas listas de apellidos compuestos como en un millonario patrimonio.
Y es que, Teresa Urquijo no solo pertenece a una de las familias de más elevada casta del territorio patrio. Es nieta de Teresa de Borbón dos Sicilias y Borbón-Parma, prima del Rey Juan Carlos.
La joven está emparentada con la Casa Real, cuyos miembros -entre ellos la Reina Sofía, las Infantas Elena y Cristina, Victoria Federica, Froilán y Juan Urdangarin, asistieron a la ceremonia y al banquete celebrado en El Canto de la Cruz. Esta es una enorme finca de 25 hectáreas situada en Colmenar Viejo propiedad de la abuela de la novia y que, según cuentan, heredará de esta.
La familia de Teresa Urquijo y sus jugosos negocios en el mundo de la hípica
Pocos conocían hasta ahora que los extensísimos terrenos de la finca están destinados a explotar el negocio de los caballos. De ahí que cuenten con instalaciones hípicas de alto rendimiento. Es mucho más que una simple casa: es el auténtico núcleo de los negocios de la familia. Especializado en la cría de caballos de pura raza árabe, este lugar es en la actualidad es uno de los criaderos de caballos más prestigio del país.
Cabe recordar que la finca que acogió a los 500 invitados a la boda de Martínez Almeida y Teresa Urquijo fue adquirida por la familia de la recién casada en 1991. Fueron sus abuelos, los marqueses de Laserna, quienes decidieron comprar la propiedad para ubicar en ella una residencia familiar y desarrollar sus negocios en el mundo de la hípica. No les ha ido nada mal.
La abuela de Teresa Urquijo tiene su propia yeguada: flor de lis
Se ve que la abuela de Teresa Urquijo, -hermana del anterior duque de Calabria-, y su marido, Íñigo Moreno de Arteaga, tenían buen ojo para las inversiones. Ambos supieron sacar partido a unos terrenos que cuentan con su propia yeguada: Flor de Lis.
No contentos con ser criadores de caballos, los abuelos de Teresa Urquijo han sacado rédito económico de su finca alquilándola eventualmente para la organización de eventos relacionados con el mundo hípico tales como 'master classes', competiciones, formación de élite para jinetes o amazonas, así como actividades de alto rendimiento.
Como dato curioso, la web de la yeguada (llamada -yeguadaflordelis- da error en las búsquedas: al dar click a su sitio web aparece un mensaje que pone: 'DNS lookup failed'.
Las redes sociales del beneficioso negocio hípico de la familia Urquijo
Se ve que a la empresa familiar aún le falta actualizarse en el ámbito de las tecnologías digitales. Sí tienen sendos -y modestos- perfiles de Facebook e Instagram. Uno con más de 3.800 seguidores; el otro con poco más de 1.600 usuarios. En ellos es posible curiosear algunas fotos de las actividades que se llevan a cabo en el centro.
Vayamos ahora al patrimonio que aporta el novio, que no es baladí. A Almeida, tan popular en los medios como discreto en lo que a sus 'riquezas' se refiere, se le conocen algunos bienes inmobiliarios. Tal y como ha adelantado el diario 'La Razón', tiene dos inmuebles heredados: una plaza de garaje en la capital que heredó de su madre y un piso de 200 metros cuadrados que heredó de su padre. El regidor madrileño dispone, además, de un seguro de vida por valor de 300.000 euros.
Martínez Almeida posee un piso de 100 metros cuadrados en el madrileño Paseo de la Castellana
Asimismo, el acalde de Madrid es propietario de un piso de 100 metros cuadrados situado en el Paseo de la Castellana, el nervio principal de la ciudad. Lo adquirió en 2008 y tiene cuatro habitaciones. Espacio y ubicación más que suficientes para una pareja de recién desposados que ha arrancado su luna de miel con las arcas llenas. Llenas de apellidos ilustres... y de capital invertido en ladrillo.