Luis Miguel (53 años) no puede estar más feliz. El mexicano tiene mucho que celebrar y es que comienza el 2024 con un título al que muy pocos tienen acceso. Se ha convertido en el artista más taquillero del mundo por encima de Madonna y U2, todo un logro en su exitosa y dilatada carrera. Qué mejor plan para celebrarlo que una comida con su hija, Michelle Salas (34 años), un encuentro en el que hemos descubierto algo desconocido del cantante. Aunque su plato favorito son los camarones a la parrilla, hay un plato que se le da de maravilla. Hablamos de la pizza cocinada en el horno de leña, toda una delicatessen que, según el vídeo que ha visto la luz, le sale a pedir de boca. Y si no juzguen ustedes mismos.
Luis Miguel, pillado delante de los fogones
El intérprete se maneja como pez en el agua sobre los escenarios, pero también en los fogones. Ha sido la influencer quien ha compartido un vídeo donde se puede ver a Luis Miguel preparar todo lo previo antes de introducir la masa en el horno. Ataviado de un elegante look, el mexicano mete en una pala de gran tamaño cuando el fuego está en el momento perfecto. Consciente de que debe estar al menos en una temperatura de 180 grados, Luis Miguel ha conseguido que todo salga genial, tal y como ha mostrado Michelle Salas a sus seguidores. "Fatto en casa (hecho en casa)", ha escrito junto a una pizza que lleva champiñones, queso y algo de verdura. Ambos apuestan por la sencillez en los ingredientes, eso sí, no en la mesa que esa noche iba a conquistar a los presentes.A pesar que desde hace meses él se ha sometido a una estricta dieta con la ha perdido 20 kilos, en ciertos momentos se permite deleitarse con comidas más calóricas. Para disfrutarlo más si cabe es él quien se pone al frente de la cocina y quien sorprende a todos con su arte culinaria. Esta vez ha aprovechado su casa de verano en República Dominicana para dar una comida inolvidable, una que incluso ha cautivado el universo 2.0. Eso sí, la pizza anteriormente mencionada no ha sido lo único que había en esta mesa y mantel. Además de diferentes pizzas, había nachos, salsas caseras...lo que evidencia que no era una velada para padre e hija. Demasiada comida para solo dos personas, por lo que las redes han empezado a plantear la posibilidad: ¿Estaba allí Paloma Cuevas junto a ellos? Por el momento, no hay respuesta a esta pregunta.
A pesar de que la relación entre Michelle Salas y Luis Miguel no siempre ha pasado por buenos momentos, ahora se encuentra en la cúspide de la montaña. Sobre todo después de los detalles que el artista ha tenido con su hija. Le acompañó en su boda con Danilo y le sorprendió con unos pendientes de oro blanco y diamantes, además de unos gemelos de oro y diamantes para él. Obsequios con los que no solo quiso dejarles sin palabras, sino que tuvieran un recuerdo para siempre.
Lo que no ha aclarado Luis Miguel en su reaparición es qué ha pasado exactamente en su último concierto en República Dominicana, justo después de su cena con Michelle Salas. Aunque estaba previsto que diera un concierto, tuvo que posponerlo por problemas técnicos. Según trascendió había sido la rotura de una de las pantallas donde él aparece la que falló y por la que los planes del cantante se pararon en seco. El espectáculo se truncó, una baja de última hora que apenas ha transcendido en España.Además de trabajar a fondo y ocuparse de su gira, Luis Miguel procura tener tiempo también para los suyos. Así lo demuestra el impresionante refugio en el que pasó unos días junto a su pareja, Paloma Cuevas. Ambos viajaron a comienzos de año a Puerto Vallarta para disfrutar de una escapada en una de las villas más caras, nos referimos a una mansión de 1900 metros cuadrados que supera los 40.000 euros por noche y que dejaría boquiabierto a cualquier mortal. En ella además de unas impresionantes vistas, tenía cocinero privado, mayordomo e incluso sala de juegos. De este modo, pudo recargar pilas de cara a un 2024 repleto de proyectos. Recorrerá varias ciudades de España, en cuyos viajes estará a su lado su núcleo más duro, el mismo que tiene Paloma Cuevas.