Luis Medina presta declaración este lunes ante el juez por el polémico caso de las mascarillas del Ayuntamiento de Madrid. El hijo de Naty Abascal, en medio de una gran expectación mediática, ya ha reconocido recientemente que le interesa el juicio penal porque sabe que el mediático está perdido. Repasamos los principales argumentos que plantea su defensa.
El abogado del aristócrata, Carlos Teixidor, ha preparado una contundente defensa que se vertebra alegando que "de las actuaciones no se desprende que el Ayuntamiento se haya visto afectado ni perjudicado por los hechos investigados". Así lo detalla el letrado en el escrito enviado al Juzgado de Instrucción Número 47 de Madrid. Además, señala que las sonadas mascarillas enviadas durante la primera ola de la pandemia del coronavirus eran de "buenísima calidad" y en cuanto a los test "no consta que una vez recibidos el reactivo no hayan funcionado". Sí que reconoce que en relación a los guantes se devolvió la diferencia de los que nunca se entregaron.
La férrea defensa de Luis Medina
Luis Medina, a través del escrito enviado al juzgado por su abogado, indica que el Ayuntamiento de Madrid no había presentado con anterioridad ninguna reclamación por los polémicos contratos. Además, expone que esto confirma que el consistorio "estaba de acuerdo con los mismos y con el resultado". También se añade que nunca adujeron nada contra las mascarillas: "Eran de la calidad que esperaban e incluso manifestó que el precio le pareció barato, al estar en aquel momento el mismo tipo de mascarillas en el mercado a 40 euros".
Sí que asegura que los guantes no eran de la "calidad esperada", por tanto el empresario Alberto Luceño procedió a devolver más de 4 millones de euros -la diferencia entre los guantes que se habían encargado y los que finalmente habían llegado-. Mientras que se recalca que Elena Collado, coordinadora general de Presupuestos y Recursos Humanos del Área de Gobierno de Hacienda y Personal del Ayuntamiento de Madrid, nunca puso ningún pega en relación al precio de los mismos. "El Ayuntamiento se sintió satisfecho con la solución, por lo que ahora no pueden venir a quejarse de algo que dieron por válido y por lo que no interpusieron ningún tipo de reclamación".
"Un comisionista más"
El aristócrata, que se enfrenta a un presunto delito de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales, ya se ha pronunciado de forma pública. «Me siento ya condenado mediáticamente, pero a mí lo que me interesa es el juicio penal», afirmó recientemente al diario Abc. También dijo que su popularidad había jugado en su contra. "Si no fuera tan popular no me hubieran tratado así y sería un comisionista más». También ha sido imputado por un delito de alzamiento de bienes, pero su defensa irá en la línea de negar que haya sido así. Durante estos días ha preferido mantenerse en un discreto segundo plano y ha puesto tierra de por medio refugiándose en la isla portuguesa de Tavira junto a su madre, Naty Abascal. Tendremos que esperar a que el juez dicte sentencia y ver cómo se resuelve finalmente el escándalo.