Leire Martínez ha sido la vocalista de uno de los grupos españoles más reconocidos tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, ha sido todo un lujo y también un reto. SEMANA tenía una misión muy clara cuando decidimos invitar a Leire Martínez a sentarse con nosotros: conocer su verdadero yo. Desde que saltó a la fama en el año 2008, tras incorporarse a La oreja de Van Gogh después de la marcha de Amaia Montero, pocas veces hemos tenido la oportunidad de tratar con ella lejos de los focos y los escenarios.
La cantante, muy predispuesta a que todo saliera lo mejor posible, ha abierto la puerta de su corazón a nuestra cabecera y nos ha hablado de su faceta de madre, lo que supuso para ella convertirse de la noche a la mañana en una de las mujeres más famosas de la industria musical y su opinión acerca de los eternos rumores que la enemistan con la excomponente del grupo. En definitiva, una entrevista que arrojará luz sobre la parte más desconocida de que fuera la vocalista del famoso grupo.
Conocemos mucho a la Leire cantante, pero poco a la mujer detrás del escenario.
Soy una mujer supercasera y con los años prefiero disfrutar más del día que de la noche. Para que te hagas una idea, soy de las que le gusta celebrar una comida entre amigos y que se alargue hasta la hora que sea y desde que soy madre, más todavía. Muchas veces, por la vida de viajes y hotel, lo que más me apetece del mundo es llegar a mi casa y no hacer nada más.
¿Es la cocina uno de tus puntos fuertes?
¡Me encanta cocinar! Reconozco que soy de comer. Por mi trabajo, estoy acostumbrada a viajar por muchos países y me encanta redescubrir diferentes platos y luego llevarlos a mis fogones. Intento cuidar mi alimentación, pero al igual que a otras personas que cuando están estresadas se les cierra el estómago, yo soy todo lo contrario, me da por comer más todavía.
¿Vives de hipoteca o de alquiler?
Tengo que reconocer que en eso soy muy tradicional. Viví de alquiler mucho tiempo y además es algo que me encanta, porque no te ata a nada, pero sí que soy de esas personas melancólicas que siempre andan pensando: “Bueno, esto es para el futuro de mis hijos”. Así que tengo mi casita.
Se te ve divertida, disfrutona y cercana. ¿Qué cosas crees que la gente desconoce
de ti?
Probablemente mucho de lo que acabas de decir. A veces los personajes estamos encorsetados a determinada imagen pública y, en ocasiones, esta no te permite hacer mucho el loco. Además, yo formo parte de un grupo en el que cada uno tiene su personalidad, pero que no dejamos de formar parte de una imagen grupal. Eso no quiere decir que no seamos unos payasos... Yo me rebelo a encorsetarme en la imagen de un personaje serio y excesivamente autoexigente. Para poder disfrutar no hay que tener miedo a vivir.
¿Y tú? ¿Cómo te definirías?
Soy una mujer que se tiene que reencontrar con su femineidad, trabajo mucho en eso, pero soy muy mujer, muy madre, un instinto que tenía desde bien pequeña y que estoy disfrutando mucho. Estoy aprendiendo mucho de mí a través de mi hijo.
¿Hubo un cambio de vida a raíz de su nacimiento?
Ser madre ha sido como el día 0. Fue el momento en el que empecé a vivir. Él me ha cambiado totalmente las prioridades y cuando dejas de poner el foco en ti, te das
cuenta de que no eres tan importante y que nada lo es. Creo que él me ha enseñado a
ser más yo.
¿Cómo es ese momento en el que te marchas de gira y tienes que separarte de él?
La conciliación es muy difícil. Primero, por la logística y segundo, por lo emocional. Yo le echo mucho de menos. Él es una persona libre y uno de mis objetivos es que el día de mañana sea una persona independiente más allá de mí y de su padre. Lo único que pretendo es facilitarle las herramientas para que pueda vivir todo lo feliz que se pueda. Mi límite son veinte días. Ese es el máximo que puedo estar separada de él. A partir de ahí se me forma un nudo en la garganta.
Tu salto a la fama fue cuando te eligieron para sustituir a Amaia Montero en La
oreja de Van Gogh ¿Es cierto que entre las candidatas a ocupar el puesto también se encontraban nombres como el de Paulina Rubio?
Sobre eso hay mucha rumorología. Hay cosas que son ciertas y otras no. Ellos probaron a mucha gente. Paulina Rubio, por ejemplo, nunca fue una opción, aunque es verdad que se rumoreó, porque los chicos tienen una relación personal con ella.
¿Y cómo viviste esa llamada por parte del grupo?
Fue de las primeras veces que me dije: “Te lo mereces, vete y disfruta”. En definitiva, fui a la audición a vivir la experiencia y cuando me dijeron que sí, pensé: “¡Dónde me he metido!” (risas). Sentí que el suelo se abría bajo mis pies.
¿Se puede hacer balance de todo lo que te cambió la vida a partir de ese momento?
¡Es que soy otra! A mí me vino todo de golpe. El grupo llevaba en activo once años y, además, con mucho reconocimiento tanto nacional como internacionalmente. Yo no paraba de preguntarme si estaría a la altura, pero la realidad fue que tampoco me dio tiempo a pensar mucho. Me monté y de repente me vi viajando a Colombia, respondiendo a entrevistas, giras… Fue todo un poco locura. Tengo que reconocer que aquella época no es la que más he disfrutado y no porque no me pasaran cosas maravillosas, sino por la rapidez. De repente entre a formar parte de la socialité y me invitaban a todas las fiestas y eventos. Todo el mundo me quería conocer… Fue abrumador.
¿Qué hay de cierto en esos rumores que siempre apuntan a una mala relación con
Amaia Montero?
Eso es algo inevitable. Amaia forma parte de la historia del grupo, fue su primera cantante, estuvo once años y tomó una decisión, ¡ya está! Nunca hemos negado que cuando dos caminos se separan hay un proceso de adaptación. Aunque tú no te separes en guerra y nunca haya habido un problema grande, el separarte genera un dolor y un duelo, y eso hay que pasarlo. Supongo que eso es algo que ambas partes tuvieron que pasar, pero eso es una historia que a mí no me corresponde contar, porque yo no estuve presente.
¿Entonces no hay guerra?
Es que de lo que te he contado, a crear una guerra… Yo tengo muy claro que no es mi
guerra y nunca voy a participar en algo que no me corresponde.
¿Conoces a Amaia?
Sí, hemos coincidido alguna vez. Ella ha sido una parte fundamental del grupo y siempre lo será.
¿Te sientes plena profesionalmente?
Estoy encantada con el grupo, pero yo soy muy inquieta y creativa. En ese sentido mi
satisfacción nunca es plena, y no por el grupo, todo lo contrario. Lo que existe son ganas de probar y hacer.
¿Cómo el qué?
Tengo algunos proyectos. Por ejemplo, siempre me ha llamado mucho el mundo de la comunicación. Siempre digo que subo al escenario a comunicar y contar historias a través de la voz y de la música. El curso pasado estuve colaborando en la radio, seguiré haciéndolo y esta nueva temporada me gustaría hacer algo de tele. Lo que pasa es que son proyectos todavía por definir.