La reina de los belgas está inmersa en un viaje de cooperación a Kenia en calidad de presidenta de honor de Unicef en su país. Y no se ha ido sola. La mayor de sus cuatro hijos, Elisabeth, la acompaña en una experiencia única, en la que sin duda se llevará de vuelta a casa unas valiosas lecciones sobre la vida de las personas más desfavorecidas.
Aterrizaje en Kenia
Esa será la intención de su presencia en este viaje. Elisabeth, de 17 años, es la heredera al Trono de los belgas y, como tal, está comenzando un periplo de formación de cara al futuro. Desde hace un tiempo la princesa participa en algunos actos oficiales en su país, pero esta es la primera vez que salta fuera de sus fronteras.
Viaje solidario
Su misión es encomiable. Serán tres días, del 25 al 27 de junio, en los que Matilde y su hija conocerán de primera mano el trabajo de Unicef para ayudar a la infancia desprotegida. Y en particular visitan el campo de refugiados de Kakuma, que acoge a más de 180.000 personas.
Llevaron material médico y escolar
La Reina y su hija bajaron del avión cargadas con cajas de la organización que contenían artículos sanitarios de urgencia y material escolar, imprescindibles para la situación de los refugiados. La propia princesa las cargó en una furgoneta de camino al campo.
Saludos a los refugiados
Las damas también visitaron el Centro de Desarrollo Furaha & EDC, donde practican la terapia del juego y la creatividad como apoyo psicosocial para los más jóvenes. En la escuela primaria de Kalobeye, Unicef Bélgica ha contribuido a la construcción, reclutamiento y formación de maestros.
Integrada en el campamento
A pesar de su lógica falta de experiencia en este terreno, Elisabeth se desenvolvió bastante bien y se mostró cómoda. La mano sabia de su madre le guiaba, a veces con solo una mirada. La princesa está viendo con sus propios ojos la difícil situación que atraviesan personas menos afortunadas que ella. Y tratándose de niños, aún más.
La reina Matilde, muy emocionada
Jugando con los pequeños
Elisabeth, que está dejando atrás su infancia (el 25 de octubre cumplirá su mayoría de edad), tiene la dulzura en el rostro de su madre. Hay que recordar que la Familia Real belga es profundamente católica y que los reyes Felipe y Matilde han inculcado a sus cuatro hijos los valores cristianos. No en vano, los últimos tres años han realizado diferentes trayectos del Camino de Santiago.
Segundo día de viaje
En la segunda jornada del viaje, la reina y la princesa comenzaron con una visita al centro de Amref de desarrollo y protección de la infancia en Dagoretti. En este lugar se da cobijo a los niños no acompañados y en situación de riesgo y vulnerabilidad. Un asunto especialmente sensible que conmueve a Matilde y Elisabeth.
Enamoradas de un bebé
Los niños más crecidos del centro les han mostrado algunas de las habilidades que les enseñan, como la pintura, pero los momentos más tiernos han tenido que ver con los bebés. Este, en brazos de la princesa Elisabeth, derritió literalmente su corazón.
De la mano de su madre
Futura reina de los belgas
La princesa Elisabeth está llamada a ser algún día la reina de Bélgica. Será una de las muchas mujeres que ocuparán el Trono en el futuro, entre las que se cuentan Leonor de España, Estelle de Suecia e Ingrid de Noruega. Todas ellas son actualmente las Herederas y, según van cumpliendo años, empezando a asumir más funciones institucionales. Elisabeth, la mayor del grupo, ya va un paso por delante...