Laura Matamoros se operó hace unos días del pecho para cambiarse los implantes que tenía y para reducirse el pecho. Han sido unos días complicados, ya que la recuperación le ha obligado a permanecer en reposo. Aún así, poco a poco va viendo la mejoría y puede ir haciendo vida normal. Aunque los cambios definitivos no se verán hasta dentro de meses, la hija de Kiko Matamoros ha dado el paso de mostrar cómo ha quedado. El resultado es increíble y no puede estar más feliz.
"Se nota y mucho", escribe feliz en esta instantánea
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Ha vuelto a la consulta para ver qué tal está su pecho
Parece que la hinchazón se va yendo con el tiempo. Laura ya puede ponerse camisetas sin mangas y ya puede ver el resultado de su operación de pecho. De hecho, se ha atrevido ya a salir con camiseta de tirantes a la calle y es consciente de que ha hecho lo mejor que podía hacer: «Se nota y mucho», escribía desde la calle mientras iba de camino a su médico para ver cómo evoluciona la operación.
Ha enseñado el resultado
«Estoy contentísima por el resultado. La verdad es que está saliendo todo fenomenal y vamos muy bien en cuanto cómo está cicatrizando, cómo estoy respondiendo y cómo está quedando», dice emocionada a la salida de la consulta que ha tenido este mismo miércoles. Lleva días en casa recuperándose y tocaba ver cómo evoluciona el pecho tras la operación.
Las vendas ya se las quitó hace días
Para que la recuperación sea más rápida, Laura Matamoros se está sometiendo a un tratamiento llamado indiba, que consiste en una tecnología única de radiofrecuencia. «Los puntos todavía no los hemos quitado, se irán quitando poco a poco. Eso sí, en cuanto a movilidad ya voy mucho mejor. No puedo estar más feliz», dice con una sonrisa en su rostro.
Dice adiós a este escote
Laura Matamoros se ha podido mirar en el espejo y ha querido explicar qué ha visto: «En cuanto a proyección de la prótesis ya se va notando y me encanta. De tamaño también se nota muchísimo y eso que sigo bastante hinchada como es normal», aclara convencida de que en unas semanas todo estará mucho mejor.
Una operación que era necesaria
«Desde hacía tiempo quería retocarme el pecho, ya que con los embarazos, cambios bruscos de peso y al no llevar la antigua prótesis debajo del músculo no estaba cómoda. Independientemente de qué, tenía que cambiar la prótesis anterior. La piel cedió mucho con los embarazos y lo tenía más caído de lo normal en consecuencia de no llevarla debajo del músculo», empezaba explicando convencida de que tenía que hacerlo, tarde o temprano. Pero la operación no ha quedado solo en cambiar las prótesis y arreglar su pecho, que se había visto afectado por los dos embarazos. «He aprovechado para reducir un poco el tamaño de las prótesis, ya que me sentía incómoda con tanto pecho. A la hora de vestir siempre me ha condicionado y en cuanto a comodidad, dolores de espalda, no podía más», seguía explicando.