"Me da miedo quedarme ciega", confesaba Laura Matamoros este mismo martes ante su millón de seguidores de Instagram. ¿El motivo? La 'influencer' sufre una enfermedad en uno de sus ojos que siente va a peor. Por eso decidió concertar una nueva visita con su oftalmólogo y revisar su problema, para comprobar si todo está en orden o hay motivos por los que preocuparse verdaderamente. La hija de Kiko Matamoros confesaba que "hace tiempo que no me reviso por miedo a los resultados", pero este último año ha sentido que tiene menos visión y ha decidido acudir a una revisión. Sin embargo, estaba visiblemente nerviosa y preocupada. "La verdad es que tengo que reconocer que me dan miedo los resultados de los médicos, sobre todo sabiendo cuál es mi diagnóstico principal", se sinceraba.
La que fuera concursante de 'Supervivientes' contaba, a través de sus historias temporales en la conocida red social, que estaba esperando a su hermano, Diego Matamoros, para que la llevase a su visita con el oftalmólogo. Debía acudir acompañada, ya que le hacen revisiones que requieren una dilatación de pupilas, por lo que es mejor que alguien la acompañe para poder regresar a casa sin problemas; "Estoy esperando a que llegue mi hermano Diego para llevarme al oftalmólogo", ha comenzado explicando, "los que me seguís desde hace muchos años, ya sabéis que tengo un glaucoma en el ojo derecho de tensión baja", ha señalado. Se trata de un problema de salud que padece desde hace años y que ella misma ha querido explicar: "Para quien no sepa lo que es, es pérdida de visión del nervio, porque se va oprimiendo y va dejando sin visión al ojo".
Ahora, tras la visita, ha querido volver a dirigirse a sus seguidores, esta vez para compartir el diagnóstico que ha recibido.
Tal y como ha contado ella misma, todo está "en orden". "Gracias a Dios, todo sigue en orden. Veo un poco menos, pero lo más importante es que el nervio óptico está bien", ha escrito en sus redes sociales.
Por suerte y para su tranquilidad, el diagnóstico médico ha sido bueno y parece que no hay por qué preocuparse. Tanto es así que la propia Laura ha continuado con su rutina diaria sin darle más vueltas al asunto; Aprovechó para darse una sesión de mimos junto a unas amigas, disfrutó del tiempo libre con sus peques, y hasta ha vuelto al gimnasio.
Centrada en su trabajo, familia y amigos
Tras su ruptura con Antonio Revilla, Laura Matamoros está centrada completamente en su trabajo en redes sociales, donde cuenta con más de un millón de seguidores y que no le va nada mal... La que fuera colaboradora de televisión se ha convertido en un rostro imprescindible en 'photocalls' y alfombras rojas y no hay evento que se le resista. Tampoco le faltan los viajes, y es que en cuestión de semanas la hemos visto disfrutar de unos días en Punta Cana (con motivo del cumpleaños de María Pombo) y de Perú, una experiencia inolvidable que quiso compartir paso a paso con sus seguidores.
Pero más allá del trabajo, Laura cuenta con apoyos imprescindibles en su vida: su familia. La hija de Kiko Matamoros mantiene una buenísima relación con el colaborador de 'Ni que fuéramos', de la misma forma que se ha vuelto uña y carne con su hermano Diego, que desde que rompiese con Marta Riumbau ha encontrado en su hermana un apoyo fundamental e incluso un hogar.
Sus dos hijos, Benji y Matías, fruto de su relación con Benji Aparicio, son la dosis de energía y felicidad que logran hacerla olvidar cualquier bache que pueda atravesar su vida, como ha sido, precisamente, su reciente ruptura.
Kiko Matamoros habla de la ruptura de Laura y Antonio
El colaborador de 'Ni que fuéramos Shh' aprovechó su intervención en el programa para hablar de la ruptura de su hija después de que se haya hablado de que Antonio Revilla ya habría recuperado la ilusión con Hiba Abouk: "Yo estuve hablando con ella y me expuso las razones de la ruptura y la entendí perfectamente. No hay infidelidades ni terceras personas, simplemente cuando has conocido mejor a una persona y su forma de ser no te encaja...", comenzaba contando el colaborador, que confirmaba que la ruptura ocurrió unos días antes de irse al viaje de María Pombo a Punta Cana. Quiso recalcar que Revilla "es muy buen chaval, cariñoso...", pero "no han cuajado o lo que sea y ya está", zanjaba.