Lara Dibildos a sus 53 años ha vivido varias batacazos. No solo el de la muerte de su madre, quien falleció hace ya más de un año, sino también problemas de salud cuando era muy joven. En concreto, cuando ni siquiera había cumplido los 20. Fue en ese momento cuando comenzó para ella una durísima etapa, sobre la cual se ha confesado ahora. Aunque jamás escondió que le diagnosticaron un cáncer de tiroides, pocas veces se ha abierto en canal como hasta ahora.

Tras ella se esconde un pasado con trastornos de conducta alimentaria. Así lo explicado la propia Lara, con el único fin de ayudar a aquellos que han sufrido, sufren y sufrirán su mismo problema. La intérprete tuvo bulimia y anorexia, una espiral de la que le costó salir y de la que afortunadamente está recuperada. Eso no quita que, de vez en cuando, ese fantasma vuelva a aparecer sin avisar. 

"Ojalá no me hubiera pasado, evidentemente. Me cambió mi forma de vida, me hizo madurar muchísimo, cambiar la forma de ver las cosas, el ser tan disfrutona como soy. Es mucho por todo aquello que pasé. Recurrí a la ayuda porque tuve problemas alimentarios, de anorexia y bulimia. Me explicaron que había una razón, se sabía el por qué. Tenía que superar esa etapa, la superé, pero un poco de ayude sí necesité", ha dicho en Lecturas. 

A pesar de que han pasado más de tres décadas de aquel momento, Lara Dibildos ha hecho frente a este trastorno en varias momentos de su vida. Una montaña rusa que ella es capaz de reconocer rápidamente y que le lleva a frenar cuando ve ciertas pistas. "He tenido recaídas a lo largo de mi vida, aunque hace muchísimos años que no tengo ninguna. Aprendí que en cuanto me veía con un poco de ansiedad, empezaba a comer sin control, esto nunca lo he contado. En cuanto me pasaba eso, directamente frenaba, y como me conozco, paraba y me ponía a régimen". Esa es una de las épocas más oscuras de su vida. 

En ese momento Lara es cuando empieza a comer sano, con horarios estrictos y comienza hacer ejercicio. El fin no es otro que calmar su ansiedad: "Enseguida me recomponía y continuaba. Lo que tenía que superar era ver qué problemas tenía yo en la cabeza, buscar soluciones a esos obstáculos. Yo no tengo básculas en casa. Si me veo muy delgada me pongo nerviosa y quiero comer, pero tengo que tener cuidado de que sea sin ansiedad", asegura. 

Lara Dibildos ha puesto todo de su parte para no caer de nuevo. Su problema en muchos momentos ha sido su alto nivel de autoexigencia, sobre el que en más de una ocasión ha hablado públicamente. "No debemos macharnos psicológicamente por volver a caer", dice convencida. Una actitud que le ha llevado a no tirar la toalla. Jamás.

La impactante reacción de la madre de Lara Dibildos cuando se enteró de su diagnóstico: "Se desmayó"

Lara Dibildos se vio obligada a madurar en tiempo récord. "Maduré como un rayo", aseguró la joven. De repente, de la noche a la mañana, se convirtió en una mujer adulta. Tuvo que pasar incontables operaciones, unas de ellas en España, otras en cambio en Houston. "Me tenían que dar un diagnóstico, teníamos una intérprete, y fue tan duro que yo en ese momento, sin entender inglés, quise pararla para que no se lo tradujera a mi madre pero no pude hablar, me quedé en 'shock'. La traductora se lo tradujo y mi madre se desmayó", añadió.