Elena Tablada ha hecho un balance sobre su verano más atípico lejos de su marido y Chenoa, con la que comparte ex, ha aplaudido sus palabras
Este verano ha sido especialmente convulso para Elena Tablada, pues ha dado un giro inesperado a su vida al separarse del padre de su segunda hija, Javier Ungría. Seis años de amor que quedan atrás y es que ahora la diseñadora tan solo quiere mirar al frente, al futuro, mientras demuestra que no hay nada mejor que disfrutar del presente. Ha dejado claro que las desavenencias en su matrimonio no son suficientes para hundirla y así ha querido dejarlo bien claro en una reflexión que ha realizado para el deleite de sus seguidores. Un mensaje cargado de optimismo en el que quiere que todos sean conscientes de que los baches que uno se encuentra en el camino no son excusa para abandonarse a la tristeza y la desesperanza, pues siempre hay motivos para sonreírle a la vida y ser feliz.
“Así despido a, probablemente, el verano más aleccionador de mis 41 años de vida. Sabiendo que el sol igual que se va vuelve a salir y que la vida son momentos que nos ayudan a crecer. Voy para ti otoño y voy con todo”, escribe Elena Tablada como acompañamiento a una imagen captada en Ibiza en la que descansa de espaldas sobre la cubierta de un barco y con un precioso atardecer en el horizonte. Unas palabras cargadas de optimismo y positividad, pues evidencia que, a pesar de haber vivido momentos complicados, ha aprendido mucho la lección de vida que se le planteaba y que ha salido reforzada de los obstáculos que le ha tocado sortear.
Como cabría esperar, el mensaje de Elena Tablada ha recibido mucha conformidad por parte de sus seguidores, quienes aplauden su fortaleza y determinación. Las muestras de cariño se han sucedido a lo largo de las horas, como así ha hecho la propia Chenoa, con la que comparte expareja: David Bisbal. La cantante reaccionaba a su publicación con un emoticono de unas manos alzadas al cielo y un corazón, con los que quiere demostrarle que está de acuerdo con sus palabras y que le apoya en el nuevo camino que está a punto de emprender.
La isla de Ibiza no solo ha sido el refugio elegido por Elena Tablada para pasar gran parte de este verano atípico lejos de Javier Ungría, sino también la mejor manera de mostrar cómo se siente respecto a su filosofía de vida. Con la imagen del atardecer evidencia que se acaba el día, que para ella es el fin de una etapa, a sabiendas que con solo esperar un poco un nuevo día comenzará y será una nueva oportunidad para crecer, para ser feliz, para seguir fuerte.