Charlène de Mónaco en su última aparición ha lucido una imagen muy distinta y SEMANA ha consultado con expertos sobre su cambio físico.
Este fin de semana Charlène de Mónaco reapareció ante los medios y lo hizo por un motivo más que de peso. La esposa del príncipe Alberto se enfrentó a uno de sus mayores retos y una vez más saboreó las mieles del pasado al vivir de nuevo un torneo acuático. Se enfundó en un maillot, mallas y zapatillas para participar en un concurso solidario que ella misma había organizado para surcar el mar en una bici acuática, una cita muy emocionante en la que contó con sus apoyos más incondicionales. Sus hijos y su marido estuvieron presentes en un día que ella no podrá olvidar jamás y del que los medios de comunicación de todo el mundo se han hecho eco. Sin embargo, hay un detalle que ha pasado desapercibido. Charlène no parece la misma.
Su rostro estaba distinto, al igual que su tez. A pesar de que Charlène de Mónaco en los últimos meses había aparecido en la mayoría de eventos cubierta con una mascarilla para protegerse y proteger al resto, en esta última ocasión hubo instantes en los que no la lucía. Sin make up, con el único ornamento de una trenza y con los ojos especialmente vidriosos, las cámaras captaron a la exnadadora algo más envejecida. La princesa consorte de Mónaco podría haber dejado de lado los retoques estéticos que tantas veces han provocado que sea noticia, una decisión que le ha hecho sufrir una transformación física. Tras divisar las imágenes SEMANA se ha puesto en contacto con expertos con el fin de descubrir por qué motivo la madre de los príncipes Jaime y Gabriela de Mónaco está distinta.
Los médicos expertos en estética de la clínica Lola Sopeña nos comenta a este medio que todo apunta a que Charlène habría dejado de lado su intención de desafiar al paso del tiempo. Si bien en el pasado la princesa de Mónaco optó por realizarse tratamientos que ayudaran a que su piel estuviera más brillante y tersa, en este acto se hizo palpable que su preocupación es otra. La mujer de Alberto no se esconde y, aunque durante varios años se ha sometido a repetidos retoques estéticos entre los que destaca el botox con el fin de eliminar arrugas o rellenos de ácido hialurónico, ahora luce líneas de expresión mucho más pronunciadas.
"Charlène de Mónaco es una de las bellezas de la nobleza Europea y se nos ha mostrando hasta ahora como una asidua de los más avanzados y sofisticados tratamientos de Medicina Estética, por lo que nos ha sorprendido sobremanera el aspecto que mostraba su piel, muy desmejorado y envejecido en la competición. Tras valorar cuáles han podido ser las causas de este cambio tan rápido y negativo apuntamos varios motivos", nos comentan desde esta clínica estética.
Son varias las razones que podrían explicar esta metamorfosis y así lo revelan a esta revista varios expertos. "En su cambio no se ve el envejecimiento que el paso de los años marca en la estructura ósea del rostro, sino un envejecimiento prematuro de la piel. Esto lo pueden provocar de una forma tan rápida y marcada diferentes factores como una exposición excesiva y prolongada a los agentes climáticos sin protección o incluso utilizando protección si nuestra piel es especialmente sensible; también el dejar de forma radical los tratamientos de alta nutrición e hidratación a los que tengamos acostumbrada nuestro rostro , sobre todo si nuestra piel es muy seca, o bien, haber superado una enfermedad. Por ejemplo, hoy en día son muchos los pacientes que nos llegan a la consulta con este tipo de problema tras haber superado el Coronavirus. Y, por último, otro motivo podría ser un estado depresivo o lo que llamamos pasar una mala época también puede influir en la calidad de nuestra piel", añaden.
Tras hacer frente a este desafío con el que dejó sin palabras a todo el mundo, las cámaras lograron captar de cerca a Charlène sin mascarilla ni gafas que escondieran su rostro. De este modo, pudimos descubrir cómo estaba verdaderamente la esposa de Alberto de Mónaco y es que han sido muy pocas las apariciones públicas en las que hemos podido verla desde que estalló la crisis sanitaria en todo el mundo.
Fue a finales de agosto cuando Charlène de Mónaco posó como madrina en la primera etapa de la 107 edición del Tour de Francia que tuvo lugar en Niza y lució un cambio de look que poco tenía que ver con lo que te detallamos en este artículo. Entonces, apenas se separó de su 'cubrebocas' y dio protagonismo a su arriesgado peinado. Apostó por un look rompedor y muy juvenil que destacaba por un melena midi con un flequillo muy corto que fue muy aplaudido en redes sociales.
Cabe recordar que los últimos meses no han sido fáciles en absoluto para Charlène. Alberto de Mónaco enfermó de coronavirus, enfermedad que afortunadamente pudo superar y, además, tuvo que hacer frente este verano a una noticia que, a buen seguro, supuso un varapalo en el entorno familiar. Una mujer brasileña le interpuso una demanda a él con el fin de reclamar la paternidad de su hija de 15 años, algo que de ser cierto supondría que la llegada de un quinto hijo al clan.