Tras el fallecimiento de Álex Lequio comenzaba la lucha más difícil para Ana Obregón: aprender a vivir sin su hijo. "Se apagó mi vida", decía después de su partida. La actriz ya no tiene a su lado a ese joven de 27 años que, según sus palabras, se convirtió en todo un ejemplo para ella, una ausencia que la ha dejado desolada. De hecho, en su último adiós se pudo ver cómo Ana se abrazaba desconsolada al féretro de Álex, pues se resistía a despedirse del que es y será el gran amor de su vida. Estuvo apoyada por los suyos, quienes desde entonces le han demostrado ser su bastón más incondicional. No la han dejado sola ni un instante. Su familia es consciente de lo duro que puede ser enfrentarse a este dolor desde la vivienda que compartía con su hijo, por lo que desde hace algunos días se ha trasladado a la casa de una de sus hermanas.

Ambas residen en la urbanización madrileña de La Moraleja, situada en las afueras de la capital, y hasta allí se han trasladado los más íntimos para tratar de dar consuelo a Ana Obregón. Este viernes se podía ver tanto a la prima y mejor amiga de Álex Lequio, Celia Vega-Pechichet, quien se acercaba junto a su pareja con el rostro muy serio, cabizbaja y cubriendo su rostro con una gorra, o al hermano de Ana Obregón, Juancho, quien provisto de mascarilla acudió en solitario para arropar a la intérprete. Aunque ninguno ha hecho declaraciones ni ha revelado cómo se encuentra la artista después de este golpe, sí que anteriormente habían agradecido todas las muestras de cariño que la familia está recibiendo durante estos días.

Quien sí se ha confesado con los reporteros que se encontraban en las inmediaciones de la casa en la que se encuentra Ana Obregón es María Palacios, esposa de Alessandro Lequio. A pesar de que siempre ha intentado mantenerse en un discreto segundo plano y no adquirir protagonismo, mucho menos en este delicado momento, sí que ha dicho que "cualquier palabra se queda corta para explicar el dolor que siente la familia". Sin embargo, ni una palabra más sobre lo sucedido estos días. Un saber estar que han aplaudido en las redes sociales, pues además de apoyar al italiano, le está demostrando a Ana el aprecio que le tiene tanto a ella como el inmenso cariño que tenía a Álex Lequio. Y es que Álex y su entorno hicieron piña durante su batalla de más de dos años contra el cáncer y tras su fallecimiento continúan tremendamente unidos.

Alessandro Lequio entiende mejor que nadie su dolor

Aunque la visita más habitual ha sido la de Alessandro Lequio. El colaborador de televisión y ella estuvieron junto a su hijo hasta el último momento en el hospital Quirón de Barcelona, donde recibía tratamiento, y sin él, siguen unidos. Una imagen que a Álex Lequio le hubiera gustado ver. Ambos han demostrado que el amor por su hijo está por encima de todo y que ellos siempre serán familia, a pesar del trágico final que ha tenido Álex Lequio.