Kiko Rivera ha removido viejas rencillas del pasado tras las revelaciones que hizo en el especial 'Cantora, la herencia envenenada'. El DJ aseguró que el pasado 2 de agosto vio en Cantora los trajes y demás enseres de su difunto padre, Paquirri. Unas pertenencias que debían haber sido entregadas por parte de Isabel Pantoja a Francisco y Cayetano Rivera. Su abogado, Joaquín Moeckel, se ha pronunciado al respecto explicando cómo van a proceder los hermanos.
Desde su despacho de Sevilla y en directo con el programa 'Viva la vida', el letrado ha afirmado que se va a seguir la ejecución de una sentencia judicial que no se cumplió. "En su momento el testamento de Paquirri hacía la indicación de unos legados, entre esas cosas, había cierto material suyo, objetos muy personales que tenía interés que sus hijos pudieran tenerlos".
Añadía que esos legados nunca fueron entregados por parte de Isabel Pantoja. "No quiso cumplirlo de forma voluntaria". Fue entonces cuando Francisco y Cayetano interpusieron una demanda judicial. "Esa sentencia se falló a favor de los hermanos Rivera Ordoñez, pero cuando hay que entregar esos bienes se sufre un robo en la finca de Cantora".
"Nunca se entregaron", recordaba mientras hacía alusión a las manifestaciones de Kiko Rivera el pasado viernes en televisión donde aseguró que durante una visita a la finca vio personalmente los bienes de la discordia que se encontraban en una habitación de la finca. Un hecho que provoca que se remueva aquella situación."La sentencia judicial todavía no se ha cumplido". El abogado ha aclarado que una vía sería la penal. Se ha preguntado si fue un un robo ficticio o si en ese robo quizás no se llevaron esas pertenencias. Y explicaba que cuando una sentencia civil no se cumple "por las buenas se pide la ejecución civil. Hay que pedirla en los cinco años de la sentencia. Una vez se ha pedido no existe prescripción".
"Una cosa es que la vía penal esté prescrita y otra que se pueda insistir en la ejecución penal", matizaba. "La adjudicación civil nunca ha prescrito por el paso del tiempo". Además, ha hecho referencia a la posibilidad de que nuevamente no se cumpla con la obligación de entregar los objetos del torero. "Si no lo cumple estaríamos ante un delito de desobediencia judicial que se hace de esa sentencia que la condenaba a entregar los bienes".
Un valor simbólico
El letrado también ha asegurado que el daño moral que se hizo con todo este asunto "es mucho más importante que lo económico. Esas pertenencias tienen un valor simbólico importantísimo y ese señor quiso dejárselas a sus hijos", apuntaba. Recordaba que no se tiene que probar nada ante un juez ya que la persona que ha dicho que esos objetos están en la finca es un testigo cualificado. "La persona que lo dice es hijo de la señora que no ha entregado los bienes".
Joaquín Moeckel concluía su conexión lanzando un claro mensaje a la artista: "Las cosas pueden prescribir desde el punto de vista civil o penal, lo que no prescribe es ser mala persona".