Las aguas continúan revueltas tras la nueva incorporación de Rocío Carrasco como colaboradora de 'Sálvame'. Belén Esteban ha confesado que mantuvo una seria conversación con Rocío Flores tras el inicio de la docu-serie protagonizada por su progenitora. Fue entonces cuando la hija de Antonio David Flores le habló de uno de los episodios más sonados: la fuerte discusión que protagonizó a finales de julio de 2012. La joven le mostró su posición ante estos hechos que dejaron boquiabierta a la audiencia.
"Cuando empieza la docu-serie yo un día coincido con Rocío Flores y tengo una conversación con ella de la cual no he dicho nunca nada", ha empezado contando la de Paracuellos. Recordaba que no había desvelado el contenido de lo que hablaron, pero sí que le contó otra versión que dista mucho a la que dio Rocío Carrasco en su momento. "No es que Rocío Flores me cuente otra historia es que me dice que eso no ha sucedido".
Belén Esteban ha revelado que Rocío Flores niega por completo la fuerte discusión que mantuvo con su progenitora. Una posición que la joven habría trasladado a otros compañeros de Mediaset. "Me lo ha contado a mí y sé que se lo ha contado a compañeros de 'El programa de Ana Rosa'. Aparte de la conversación que tuvimos, ella me dice que eso no ha pasado. Me dijo que nunca había tenido ningún altercado con su madre".
Por su parte, Miguel Frigenti ha corroborado las palabras de su compañera. El colaborador ha explicado que en su momento Rocío Flores habló con ciertos periodistas de la cadena y dijo que lo que estaba contando su madre era mentira. También que el día que tuviera la oportunidad de hablar descubriría ciertos secretos familiares algunos de los cuales afectan a la figura Fidel Albiac.
El fuerte altercado
Fue el pasado mes de mayo cuando Rocío Carrasco habló en su documental del incidente que dinamitó la relación con su hija. Ocurrió el 27 de julio de 2012, fecha desde la que no han vuelto a verse. «Hay una agresión que yo luego niego en el Tribunal de Menores porque no quería ser la culpable de que le cayeran más cosas», afirmó entre lágrimas. Describió de la siguiente forma aquel duro capítulo de su vida: «Mientras ella me pega, ella va gritando, la que grita es ella: ‘No me pegues, no me pegues‘. Yo la miraba y era ella la que me estaba pegando a mi. La veía gritar y se me pasó como una película por toda la cabeza. Sabía que eso obedecía a algo que no era normal".
Un año después, en 2013, llegó una sentencia que condenaba a la joven. El juez determinó que estaba «probado que la menor ha venido atentando contra la paz familiar», tal y como indicaba la sentencia que mostró Rocío Carrasco en televisión.