No hay duda de que José Luis Gil es uno de los actores más queridos dentro del panorama nacional. El ictus que sufría hace dos años y que le alejaba por completo de la pequeña pantalla hizo saltar las alarmas de sus seguidores, que desde ese momento han permanecido atentos a cualquier cambio que pudiera experimentar el intérprete de ‘La que se avecina’ en su estado de salud. Por su parte, su hija Irene se ha convertido en la encargada de desvelar los últimos partes de salud de su padre, y eso es precisamente lo que ha hecho en la última ocasión pese a llevar varias semanas sin publicar nada al respecto.
Para dar pistoletazo de salida al fin de semana, Irene compartía una nueva imagen de José Luis Gil: “Aquí seguimos, sosteniendo su mano toda la familia. Por favor, no difundáis noticias sin tener ninguna certeza, hacéis daño, mucho. Seguimos sin cambios, trabajando por estar cada día mejor. A todos los que os habéis preocupado, gracias. Es un honor saber lo mucho que le queréis y respetáis. Feliz Semana Santa a todos”, ha deseado la joven a través de su cuenta de Instagram.
Así fue la última salida pública del actor
Como no podía ser de otra manera, el post en cuestión ha reunido miles de ‘me gusta’ y comentarios de algunos de los fans del intérprete que da vida a Enrique Pastor. También compañeros de profesión del actor, como Cristina Castaño, no han querido dejar pasar la oportunidad de desearles todo lo mejor tanto a él como a sus seres queridos en este momento tan sumamente difícil para todos ellos.
Nada había vuelto a saberse del artista desde el pasado mes de febrero. Ahí fue cuando Irene demostró que su padre poco a poco estaba volviendo a retomar la vida pública al visitar el teatro: “¡Es un crack!!! Y está guapo!! Hoy, has conseguido un imposible, los 3 hermanos de acuerdo”, escribía ante sus más de 40 mil seguidores. En la instantánea en cuestión podía verse cómo José Luis se mostraba de lo más feliz al posar en el interior del Teatro Fernán Gómez de Madrid junto a Ana Ruiz y Álex Gadea, los intérpretes de la obra ‘La Regenta’ que por aquel entonces estaba de estreno. Un momento de lo más especial con el que Gil dejaba entrever que su recuperación va viento en popa y que está haciendo todo lo posible para volver a la normalidad, aunque está siendo un proceso lento.
José Luis Gil permanece totalmente alejado de la televisión
Como encargada de explicar la evolución de José Luis, Irene hablaba recientemente sobre su rehabilitación: “Me preguntáis por mi padre, os lo agradezco en el alma, sentir tanto cariño es un honor. Es duro tener que hablar en su nombre, me gustaría que él pudiese responder a vuestros mensajes”, indicaba justo cuando se cumplieron dos años del fatídico ictus. Sin embargo, siempre ha sido realista al ser consciente de que su progenitor no tendrá en absoluto fácil volver a su puesto de trabajo: “No creo que mi padre pueda volver a la televisión. Fue un ictus muy fuerte, que le ha dejado secuelas graves (…) Tiene movilidad, pero no es un hombre muy joven. Mi padre reconoce a todo el mundo, si viene alguien a verle sabe quién es y se entera de todo, pero tiene problemas para comunicarse”, admitía.
Pese a las dificultades, los más allegados a Gil no le han dejado solo en ningún momento. Desde el pasado mes de noviembre de 2021, los familiares del actor se han convertido en los pilares fundamentales de su vida y le han acompañado para hacer más llevaderas las secuelas. Si de algo puede presumir el zaragozano es de haber contado con el apoyo de sus seres queridos día y noche, del mismo modo que otros actores que han coincidido con él trabajando se han interesado por su estado de salud y le han deseado todo lo mejor.
Uno de ellos es Luis Merlo. En una de sus últimas apariciones públicas, el actor no podía evitar que las lágrimas cayeran sobre su rostro al mencionar a su compañero de reparto en ‘La que se avecina’: “Es un tema muy doloroso. Es un compañero de muchísimos años, estoy en contacto con la familia”, admitía muy emocionado. Y es que, su ausencia en la conocida serie ha marcado un antes y un después, pues no solo le echan en falta el resto de actores, sino también los espectadores.