Tras haber recibido el alta, Joaquín Torres ha reunido fuerza suficiente para volver a la carga. Las últimas semanas no han sido en absoluto sencillas para el arquitecto de los famosos, pues ha tenido que ser operado por quinta vez a consecuencia de una infección de huesos. Pero ni esta grave afección le ha hecho olvidar el daño causado por su hermano Julio, a quien no perdona algunos de sus últimos movimientos.

Joaquín Torres en el hospital

Joaquín Torres en el hospital.

Antena 3

Así lo ha demostrado el propio Joaquín Torres en sus redes sociales. Con una noticia en la que demuestra que ha sido “chantajeado” por su hermano, el profesional ha sido claro: “Callarme?!! Nunca!… Pienso llegar hasta el final”, ha escrito. Unas palabras que dejan entrever que su relación con Julio cada vez es más tensa y que, pese a que su madre deseaba un acercamiento entre ellos, si se produce es únicamente para cumplir su última voluntad.

El arquitecto de los famosos da un paso atrás en su "acercamiento" a Julio Torres

En la última ocasión, un “chantaje” ha sido el detonante de la nueva guerra entre Joaquín y Julio. En una entrevista con El Mundo, el arquitecto ha confirmado que, pese a haber tendido puentes en un primer momento, su hermano ha intentado coaccionarle. Julio fue nombrado como administrador único del patrimonio de sus padres. El arquitecto contó a SEMANA que, con este poder, su hermano había “robado” a sus padres. Por ello, este último le pidió que fuera cauteloso con los medios y no contara ningún secreto familiar más. También, que “le escribiera una carta a sus hijos asegurándoles que su padre no es ningún ladrón y que no ha robado nada de la familia”. De no ser así, rompería cualquier acuerdo favorable a su reconciliación, algo que no ha sentado en absoluto bien al marido de Raúl Prieto. 

Storie de Joaquín Torres

Storie de Joaquín Torres.

@acerojoaquintorres Instagram

Lo que tal vez no podía llegar a imaginar Julio con su propuesta, es que Joaquín se negaría en rotundo a llevarla a cabo. Ni carta, ni silencio mediático, el arquitecto tiene claro que va a llegar hasta donde sea con tal de demostrar su verdad. Una postura que ha provocado que su postura y la de su hermano se separen de forma definitiva, mientras que el resto de miembros de la familia apoyan a Joaquín al considerar a Julio un “traidor” en toda regla. Por si fuera poco, también le piden la planta de hidrocarburos de Córdoba, los negocios de patentes y la documentación relacionada con la colección de arte de la familia. Una serie de artículos valorados en millones de euros que ahora quieren recuperar los hijos de la fallecida Joaquina Verez, aunque no lo tendrán en absoluto fácil.

Ya durante su entrevista en SEMANA, Joaquín admitió que su hermano les había dejado “elevadas deudas” y un “profundo dolor personal” que le sería muy difícil de perdonar: “No es una guerra de hermanos, esto es contra su madre y su padre. Mi madre no pudo soportar el dolor que suponía todo esto. Arrebató todo el dinero a mis padres, les dejó en la indigencia absoluta”, aseguraba. Unas declaraciones que quedaban aún más claras si cabe durante una conexión con ‘Y ahora Sonsoles’ desde el hospital.

Joaquín Torres, tajante con su hermano: "Por mi parte, muerto"

“Mi hermano desde que murió mi madre no ha cesado en intentar una reunión con mi padre, evitando que nosotros estuviéramos presentes. Yo he dicho que hagan lo que quieran y al final ha habido una reunión que me interesa entre poco y nada, porque no me creo nada de mi hermano”, confesaba. Aun así, estaba dispuesto a respetar la voluntad de su progenitora pese a las circunstancias: “Siempre voy a respetar la voluntad de mi madre, y si hay paz y reconciliación la querría y yo obviamente, aun no importándome nada mi hermano, si hay un camino para llegar a la paz, lo voy a aceptar. Aunque no se lo merezca, y por mi parte muerto”, zanjaba con total rotundidad.

Este durísimo testimonio tenía lugar en uno de los momentos más convulsos en la vida del arquitecto. Tras cuatro operaciones, los médicos detectaban a Joaquín una infección de huesos que podría haber acabado en cáncer. Por suerte, todo ha quedado en un susto y Torres respira tranquilo en casa y junto a su marido. Él mismo lo revelaba la pasada semana, visiblemente contento por haber hecho frente a este durísimo varapalo, y con la mirada puesta en el futuro y en poder tomar sus quehaceres profesionales tan pronto como sea posible.