Jacobo Ostos está pasando unos días de lo más complicados después de que el pasado fin de semana falleciera su padre, Jaime Ostos, a los 90 años a causa de un infarto. Lo sufría en Colombia, donde se encontraba disfrutando de unas vacaciones con su mujer, María Ángeles Grajal, y un grupo de amigos. Su hijo, que se encontraba en España, se mostraba muy triste por la noticia.
El hija de Jaime Ostos ha querido continuar con su día a día y se ha refugiado en su trabajo como dj para sobrellevar la tristeza. El pasado sábado, Jacobo decidió cumplir con un compromiso profesional y acudió a una discoteca de Madrid para animarla pinchando sus temas."Hoy será mi sesión más dura porque ya no estás... Pero siempre te llevaré en mi corazón. Te quiero maestro. Te quiero papá", escribía junto al cártel que lo publicitaba como dj en la discoteca madrileña. Aunque se enfrentaba a su peor sesión, Jacobo no quiso dejar tirados a los que confiaron en él y ha cumplido con su trabajo.
El sábado pasado cumplió con su sesión como dj en una discoteca
Pero no fue lo único que hizo Jacobo. Y es que el pasado domingo, cumpliendo con su labor como jugador del Inter de Móstoles, decidió acudir al partido que tiene que jugar cada domingo. "Ahora me voy a jugar al fútbol. La vida sigue. Mi padre no quiere que sufra, quiere que siga haciendo lo que me gusta", explicaba en sus redes sociales.Hace apenas unas horas explicaba cómo su padre había pasado las últimas horas de vida. «Dos días antes de morir, mi padre estaba bailando bulerías con mi madre y los amigos. Se levantó y se volvió a acostar. Se fue sin sufrir. Se le acabó la pila. Ojalá todo el mundo de su edad pudiera llegar así, como él», ha destacado. Hay que recordar que Jaime Ostos se encontraba disfrutando de unos días de vacaciones en Coombia, donde moría el pasado 8 de enero.
Ha cumplido con su rutina para sobrellevar la muerte de su padre
Hace unas horas se mostraba destrozado por la muerte de su padre. Lo hacía en el programa ‘Viva la vida’: «Hasta hace cinco minutos no había derramado ni una lágrima porque no me lo creía», señalaba con la voz entrecortada. Jacobo explicaba que se había enterado de la triste noticia hacía apenas dos horas y que estaba empezando a recibir las condolencias de muchos amigos lo que le había hecho reaccionar a la realidad. «Piensas que no vas a volverle a ver, entonces te das cuenta de que no podrás abrazarle más», contaba.Jacobo Ostos reconocía que su progenitor se encontraba bien y con fuerzas para realizar este último viaje a Colombia donde recibió el año nuevo rodeado de un círculo íntimo de amistades. «Mi padre ha estado feliz con su gente, con sus amigos y con mi madre. Hasta ayer ha estado bailando como bailaba él, por bulerías». Contaba, además, que sus padres han estado entre Cartagena y Bogotá y este mismo sábado tenían previsto coger un avión de regreso a España.