El pasado jueves, Loli Pozo tenía una importante cita en los tribunales. Esta quiosquera jubilada de 82 años acudía al Juzgado de Instrucción número 1 de Chiclana. Allí se había fijado un acto de conciliación con el que esperaba poder llegar a un acuerdo con Isabel Pantoja para que le devuelva los 76.000 euros que le prestó en marzo de 2014 para evitar el ingreso de la cantante en la cárcel. Pero la cantante, ni ningún representante legal, se han presentado...

La cantante estaba citada a este encuentro, pero no ha comparecido. Su presencia no era obligatoria, pero Dolores tenía la esperanza de que se personase. Ambas son amigas desde el año 1983. Tan amigas eran que cuando la sevillana se vio envuelta en el caso Malaya no dudó en pedirle ayuda. Ella misma le pidió personalmente a Dolores la cantidad de 80.0000 euros a Dolores para intentar frenar su entrada en la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaira. Entonces, la mujer accedió y le dio el dinero que había ganado a lo largo de toda una vida en un quiosco en el barrio de Los Remedios.

"No necesito el dinero para ir a fiestas, sino para pagar una mujer que me ayude", ha lamentado la quiosquera este viernes. Al comprobar que Isabel Pantoja se ha negado a ir al acto de conciliación se le ha caído el mundo encima. "Se me abrió el corazón. Le hice un favor, que me faltó tiempo para hacerlo. A mí no me han regalado el dinero. Me levantaba a las cinco de la mañana y llegaba a las diez de la noche", ha recordado.

Isabel Pantoja se niega a un acuerdo con la quiosquera a la que debe 76.000 euros
Foto: Telecinco

"La humillación del silencio va comiendo, va afectando psicológicamente", ha sentenciado la quiosquera. Aún no puede creer que Isabel Pantoja le haya dado la espalda.

«La señora sigue sin recibir sus 76.000 euros que le prestó cuando ella entraba en prisión y hasta ahora no tiene intención de devolvérselo», revelaba recientemente la periodista Paloma García Pelayo.

En la actualidad, Isabel Pantoja atraviesa un momento personal muy delicado tras la muerte de su madre, doña Ana. También pasa por un pésimo momento financiero y legal. Apretada por los elevados gastos que tiene el mantenimiento de Cantora, dentro de poco se verá las caras con un juez. Dentro de cinco meses tendrá que sentarse de nuevo en el banquillo. En marzo de 2021 tendrá que acudir a un juzgado penal de Marbella por un presunto delito de insolvencia en calidad de cooperadora necesaria. Tanto la fiscalía como la acusación particular- una empresa constructora cordobesa- piden 3 años de prisión.