No es habitual que Isabel Pantoja se prodigue en grandes acontecimientos, así que cuando decide hacerlo acapara todas las miradas. La tonadillera vivió una noche mágica en Mónaco con motivo del tradicional Baile de la Rosa. Una fecha destacada del calendario monegasco en la que compartió velada junto a la familia Grimaldi, entre los distintos miembros que no se perdieron la cita se encontraban el príncipe Alberto, Carolina de Mónaco y Carlota Casiraghi.
Isabel Pantoja ya ha regresado a su residencia habitual, la finca Cantora, ubicada en la localidad gaditana de Medina-Sidonia. La artista llegaba al aeropuerto de Jerez de la Frontera el domingo, 27 de marzo, por la noche acompañada por su hermano Agustín. Allí los reporteros gráficos captaban algunas imágenes de la cantante quien ha intentado pasar desapercibida. Con gafas de sol y una chaqueta en tono camel se dejaba ver con semblante serio y rápidamente entraba en el vehículo que le llevaría de camino a casa. Se observaba el rostro de la tonadillera cansado y es que ha sido un fin de semana frenético en el que ha eclipsado todas las miradas durante el Baile de la Rosa, un destacado acontecimiento con el que se da la bienvenida a la primavera en Mónaco.
Isabel Pantoja, espectacular
La cantante disfrutó al máximo de una velada que congregó a lo más granado de la sociedad monegasca. Este edición la temática giraba en torno a Bollywood y todo estaba cuidado al detalle. La Salle des Étoiles del Sporting de Montecarlo se engalanó con más de 10.000 rosas naturales para la cita. Uno de los momentos estelares se vivió cuando Isabel Pantoja cantó unos segundos con la británica Shirley Bassey. Ha sido ella misma quien ha compartido un vídeo en el que interpretan 'Bésame mucho'. "Un sueño y un honor haberte conocido SHIRLEY, ¡eres una diva!", afirmaba emocionada la cantante.
La artista estaba espectacular y no dudó en posar luciendo una gran sonrisa en el photocall. Eligió para la ocasión un favorecedor vestido en color rosa confeccionado en tejido vaporoso. Un diseño floral muy primaveral firmado por Isabel Sanchís de corte asimétrico en el que destacaban unas flores en formato maxi. Acompañó el estilismo de un chal en color verde.