Isabel Pantoja planea vender Cantora, la finca en la que se ha recluido los últimos años. La artista tiene un plan B y te contamos cuál es.
Quién se lo iba a decir a Isabel Pantoja hace unos años. La artista abandonará Cantora próximamente, tal y como ha revelado a sus allegados, pues quiere empezar de cero y dejar atrás todos los recuerdos que se fraguaron en aquella casa. En especial, los de este último año. Desde que su madre falleciera no quiere pasar tiempo en este domicilio y se ha puesto manos a la obra para poder deshacerse de la propiedad. "Quiere vender e irse, pero tiene que hablar con los abogados de Kiko Rivera", decía el periodista Antonio Rossi este miércoles. Consciente de que la venta podría dilatarse más de lo esperado, Isabel Pantoja ya tiene un plan: mudarse a la residencia que ella tiene en El Rocío.
Isabel Pantoja compró esta casa situada en Almonte (Huelva) a comienzos del año 2000, una vivienda en la que tendrá espacio suficiente para ella y su hermano durante los próximos meses al contar con más de 400 metros. Y es que tiene 10 dormitorios adaptados para muchas de las visitas que suelen tener lugar en la Romería de El Rocío, normalmente entre mayo y junio. Literas, enormes salones, un porche equipado con terraza y una zona exterior en la que se suele gozar de tranquilidad, salvo en momentos puntuales. De hecho, son muchos los que recuerdan la imagen de Isabel junto a Julián Muñoz en el año 2003 presumiendo de amor y besos ante los presentes. Disfrutaban el uno del otro, ajenos a cualquier polémica o rumor sin saber los golpes que les daría la vida a nivel y personal.
La casa de El Rocío a la que se mudará Pantoja, fue adquirida por la cantante por 93.000 euros, no obstante, con los años se ha revalorizado. Prueba de ello que pueda llegar a pedir hasta cinco veces más de lo que en su día pagó, aunque no es oro todo lo que reluce. En su momento, la vivienda se vio empañada por una deuda que había contraído Isabel Pantoja de más de 40.000 euros en gastos de mantenimiento por dos carriolas que estaban siendo cuidadas por un tercero.
Los últimos años ha estado cerrada a cal y canto y solo se ha abierto para momentos excepcionales. Kiko Rivera se refugió allí para intentar superar sus adicciones, un retiro en el que Isabel solo estuvo a su lado, según su hijo, durante nueve días. Allí se decidió, tal y como contó Irene Rosales, que el DJ no iría a un centro de desintoxicación, etapa en la que el músico dijo no sentirse apoyado suficientemente por su progenitora: "Se limitó a cambiar las cortinas de la casa".
Si bien su objetivo final es volver a Madrid y recuperar así su vida tras unos años muy complicados, de momento, prefiere vivir en calma. Regresará a esta casa de la que desconocemos su interior, pero sí la terraza que tantos famosos ha acogido durante los últimos años. A tan solo a dos horas de Cantora, Isabel busca pasar página y reducir el número de gastos mensuales que le acompañan anualmente. Más de 500 hectáreas y 2000 metros construidos no son fáciles de mantener, por lo que su venta le ayudará a sofocar algunos de los problemas económicos que le acompañan desde hace tiempo.
Adiós a Cantora
La finca que ha provocado el cisma familiar entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja es de ambos. Paquirri dejó estipulado en su testamento que el 51% de la finca era para su mujer y el 49% restante para su hijo, Kiko Rivera. Ubicada entre Medina Sidonia y Vejer, en la conocida como ruta del toro, está dentro del camino de los pueblos blancos del Sur. Repleta de recuerdos, trofeos y estética que muchos tildarían de 'vintage', Isabel más pronto que tarde colgará el cartel de 'se vende' y podrá empezar una nueva vida.