Isabel Gemio opina sobre el dolor de María Teresa Campos y la lucha de Rocío Carrasco

La tensión entre Isabel Gemio y María Teresa Campos se cortaba con un cuchillo el pasado mes de enero cuando se publicó la entrevista que la primera le hacía a la veterana presentadora. La química entre ambas brilló por su ausencia y sus duras palabras y pullitas veladas dieron mucho que hablar en su día. Ahora, Isabel Gemio ha querido entrar de lleno en una cuestión peliaguda y que tiene a María Teresa Campos sumida en la tristeza y es que la periodista ha visto como Bigote Arrocet ha regresado a la primera línea de fuego cuando ya le consideraba un fantasma del pasado. El cómico chileno ha vuelto a la actualidad cargado de pullitas, recados y para dar un giro a la verdad imperante sobre los motivos y las formas en las que se les terminó el amor. Un momento duro personal en el que Gemio ha querido entrar a valorar.

Isabel Gemio ha querido opinar sobre lo que está viendo en los medios de comunicación sobre María Teresa Campos y su situación anímica ante el regreso inesperado de su expareja, Bigote Arrocet. Isabel Gemio entiende a la perfección a su compañera de profesión cuando pide “calma y paz” ante los difíciles momentos por los que le ha tocado atravesar dos años después de poner fin a su relación con el humorista. Está mal, no puede ocultarlo y su familia le arropa, pero parece que ha encontrado un pilar inesperado en Isabel.

Pero Isabel Gemio no solo tiene palabras para valorar la situación anímica y sentimental de María Teresa Campos, sino que también ofrece pinceladas de su opinión sobre la decisión de otras mujeres de no luchar por sus hijos, fijándose todas las dianas en Rocío Carrasco y su difícil postura frente a sus hijos, Rocío Flores y David. Habla de madres corajes, de mujeres que luchan por estar bien consigo mismas y cuál es su opinión al respecto. Vea el vídeo con la entrevista más personal de la periodista sobre las cuestiones que mantienen animados estos días la crónica social de nuestro país. ¡Dale al play!