Isa Pantoja está completamente volcada con la puesta a punto de la nueva casa que se ha comprado junto a Asraf Beno. Tras el polémico desplante de su familia en la comunión de su hijo, Alberto, la hija de Isabel Pantoja continúa enfocada en lo verdaderamente importante para ella, que no es otra cosa que su nidito de amor cumpla con todos sus requisitos.
Ella misma se está encargando de culminar algunos detalles para que todo quede perfecto. Sin embargo, la menor del clan Pantoja se está encontrando con algunos inconvenientes, como el último que ha desvelado en sus redes sociales y le trae de cabeza. “Cuando no es una cosa es otra”, ha indicado, dejando entrever que no está resultando tan fácil como pensaba en un primer momento.
La habilidad desconocida de Isa Pantoja que demuestra con la puesta a punto de su nueva casa
Quiere que la casa sea lo más parecida a la de sus sueños. Y parece que lo está consiguiendo, aunque con algunos problemitas de última hora. Isa Pantoja no puede estar más feliz con la compra de su primer domicilio conyugal después de darse el 'sí, quiero' con Asraf Beno el pasado 13 de octubre. Se trata de una vivienda de grandes dimensiones situada en el Puerto de Santa María, en Cádiz. Hasta ahí se ha trasladado el matrimonio para inaugurar su nueva vida de casados junto a Alberto, el hijo que Isa Pantoja tuvo en común con Alberto Isla.
A medida que se ha ido apropiando del espacio, la hermana de Kiko Rivera ha ido desvelando los primeros detalles del interior de su casa y cómo ella y su marido la están decorando. Quieren que cumpla con todos sus deseos y, por supuesto, con los del pequeño Alberto. Isa Pantoja se está tomando muy en serio el arduo proceso de decorar su nuevo hogar. Y, en especial, el de poner a punto el cuarto de su hijo. La colaboradora de Telecinco está demostrando en cada publicación que comparte en su cuenta oficial de Instagram, donde le siguen más de medio millón de personas, que es una auténtica manitas. Una habilidad del que éramos completamente desconocedores. Hasta ahora.
El escritorio que trae de cabeza a la hija de Isabel Pantoja
Ni corta ni perezosa, Isa Pantoja se ha puesto manos a la obra y se ha implicado directamente en la fabricación de alguno de los muebles que incluirá su vivienda. Entre ellos, el escritorio que incluirá el dormitorio de Alberto. En una de sus últimas publicaciones, mostró una enorme tabla de madera que, según desveló, "está en proceso de trabajar". Esto con el objetivo de que se convierta en la futura mesa de su hijo y "pueda aprovechar todo el espacio disponible". La orgullosa mamá quiere que vástago disponga de todas las comodidades a su alcance para estudiar.
La tertuliana de 'Vamos a ver' no está escatimando en detalles para que su niño, que cumplió 10 años en marzo, esté feliz en su nuevo espacio. Tanto es así que ella misma se ha encargado de lijar y barnizar el citado mueble. Un bonito gesto que no ha salido tal y como esperaba. "Cuando no es una cosa, es otra. ¿Os acordáis de que barnicé el escritorio de Alberto? Pues se quedó el color muy oscuro y ahora tengo que lijarlo para ponerle un barniz incoloro", ha confesado en sus redes sociales.
Un contratiempo que Isa Pantoja se ha tomado con estoicismo y sin que haga mella en su determinación de finalizar de una vez por todas el dormitorio de su hijo en el que ha puesto todo su empeño. Algo que, como ella misma ha puntualizado, está a punto de suceder. "Creo que hoy terminamos su cuarto", sentenciaba. Unas palabras que dejan entrever que Asraf Beno también estaría participando en el proceso.
El nuevo nidito de Isa Pantoja, más cerca que nunca de Cantora
Con la compra de su nuevo domicilio, la hija de la tonadillera y su marido dan el pistoletazo de salida a su vida alejada de Madrid y del foco mediático. Y, valga recalcar, su vida más cerca de la icónica finca Cantora de Isabel Pantoja. Un movimiento que podría fomentar un acercamiento entre la artista y su hija, con la que su relación es nula. El nuevo domicilio de Isa Pantoja y Asraf Beno está valorado en 210.000 euros. Se trata de un bajo de 95 metros cuadrados, con tres habitaciones, dos baños y una pequeña parcela-jardín de 25 metros cuadrados. El complejo cuenta con piscina privada para todos los residentes y diferentes zonas comunes que harán las delicias de la familia una vez se trasladen formalmente a vivir a Cádiz.