Después de 17 años de lucha contra un tumor cerebral, Manuel Rosales fallecía el pasado 26 de noviembre de 2020. Una muerte que llegaba solo nueve meses después de que su madre, Mayte Vázquez, se marchase para siempre un 6 de febrero tras su lucha contra una grave enfermedad. Dos duros golpes en un mismo año que dejaron a Irene Rosales completamente desolada. Era ella misma quien se despedía públicamente de ellos poco después de dejarse ver rota en sus respectivas despedidas, y lo hacía compartiendo dos estrellas sobre un fondo negro, en señal de las estrellas que desde 2020 la cuidan desde ahí arriba.

Ahora, después de aquel duro momento, la mujer de Kiko Rivera ha querido recordar a su padre cuando se cumple el cuarto aniversario de su fallecimiento. Lo ha hecho compartiendo una emotiva carta en redes sociales, donde deja claro que, aunque pase el tiempo, el dolor no se va. De hecho, tal y como ella misma escribe, su ausencia "cada año duele más".

Irene ha publicado una emocionante fotografía de su padre en la que se aprecian los signos de su enfermedad y porta una mascarilla, pero en la que se muestra con fuerza y energía, y ha escrito: "Y cada año duele más. Ya van cuatro desde que te marchaste con mamá a cuidarnos desde ahí arriba, y no hay un día en el que pueda quitaros de mi mente".

Unas palabras a las que acompaña con un emotivo mensaje: "Me hacéis tanta falta, papi...". Y es que Irene lleva cuatro años echando en falta a dos de sus pilares fundamentales, que se marcharon prácticamente a la vez. "Te echo tanto de menos que duele", añade la nuera de Isabel Pantoja. Para terminar su emotivo recuerdo, Irene ha finalizado con dos adjetivos que le recuerdan cómo era su padre: "El más luchador, mi campeón". Unos calificativos que ya había dirigido a su padre en vida, cuando contaba públicamente que llevaba años luchando contra su enfermedad: "Lleva con él (el tumor) dieciséis años. Es un campeón, un luchador. No es feliz, no es una persona que se pueda valer 100%, pero está con nosotros", decía entonces la exconcursante de GH VIP Dúo.

Irene Rosales recuerda a su padre

Irene Rosales recuerda a su padre fallecido.

Redes sociales

Pese a todo, Irene ha sacado fuerzas para seguir con su rutina diaria y después de darnos estos duros 'buenos días', se ha preparado un café y ha cumplido con su rutina deportiva. Un plan perfecto para despejar la mente en los momentos tan complicados que está atravesando, y no solo por este trágico recuerdo, también por las últimas polémicas que están sacudiendo al clan Pantoja, del que forma parte.

El pasado fin de semana, su cuñada, Isa Pantoja, se sentaba en '¡De viernes!' para hablar de varios episodios complicados que vivió durante su adolescencia en Cantora y que tenían dos claros protagonistas: su madre, Isabel Pantoja, y su hermano, Kiko Rivera, el marido de Irene.

Las declaraciones de la joven salpicaban completamente a Kiko Rivera. De hecho, la colaboradora de televisión también desvela qué fue lo que dinamitó la relación entre los dos hermanos. "Ahora espero ser lo más clara posible y aclarar todas las dudas. Si no lo he hecho antes es porque para mí contar estos episodios tan duros y al mismo tiempo proteger a la gente que aparece en esos episodios, era muy complicado. Es totalmente opuesta la primera cosa de la otra", dijo al comienzo de su entrevista, antes de hablar del episodio más duro y que tuvo como protagonista a Kiko Rivera: el de la manguera.

El episodio más duro de Isa en el que Kiko es protagonista

Según ha explicado la joven, el traumático episodio de la manguera comenzó horas antes, cuando su hermano llamó a Isabel Pantoja para contarle que la adolescente tenía en un poder un móvil, pese a tenerlo prohibido. Además, le expresó que la pequeña de la casa, a sus 16 años, había estado con su novio en el piso sin su consentimiento. 

Tras esta conversión, Isabel Pantoja reaccionó con un gran enfado. En ese momento, decidió cortar el pelo a la joven con las tijeras de la cocina y lanzarle fuertes comentarios. Ente el comportamiento de su madre, Isa Pantoja salió corriendo y se encerró en el baño de su habitación. "Me dijo que iba a llamar a mi hermano para que le diera el teléfono. Estuve unos 50 minutos en el baño porque llegó él desde Sevilla. Él abrió la puerta y me dio una bofetada", confesaba, sin poder contener las lágrimas.

"Él quería encontrar el teléfono. Entonces bajo corriendo por las escaleras y escucho más voces. Eran de dos chicos que antes no estaban. Eran Manuel y un amigo de mi hermano hablando con mi tío", añadía, relatando las personas que había en la casa y que se suman a una amiga de su madre, además de la familia. 

Al escuchar a su hermano, Isa decidió seguir corriendo. "Salí de Cantora al porche, desesperada. Yo me paré en la cancela sin saber qué hacer. Me daba miedo porque nadie me iba a creer, yo no sabía que era tan grave lo que me había hecho, pero que lo contara era peor", continuaba narrando.

 Al darse la vuelta, se topó de nuevo con su madre y su hermano. "Me dijo que me quitara la ropa. Era diciembre en Cantora y había llovido unos días atrás", ha relatado, sin parar de llorar. "Él tuvo que andar unos metros para coger la manguera. Mi madre, medio llorando, preguntó que qué iba a hacer y yo me quedé en sujetador y bragas, con el móvil en la bota. Mi madre dijo que no podía verlo y mi hermano dijo; 'si no puedes verlo, vete'", ha añadido. "Mi madre se va con las manos en la cabeza y yo le gritaba que había dicho que me iba a cuidar, pero se fue", relataba entre sollozos.