Ser famoso tiene sus aspectos positivos, pero también muchos negativos. Bien lo sabe ahora Irene Rosales, que desde que iniciase su relación con su ahora marido, Kiko Rivera, ha descubierto, muy a su pesar, las dos caras de esta misma moneda. Si ha gozado de las mieles de la fama, también tiene que convivir con el aspecto más negro de su popularidad, como puede ser víctima de comentarios denigrantes por parte de personas anónimas, que aprovechan las redes sociales para atacar donde más duele.

Es por ello que Irene Rosales, cansada de ser diana injustificada de ataques despiadados por parte de algunos de sus seguidores, ha decidido no solo denunciarlo de forma pública en sus redes sociales, sino también poner el asunto en manos de la policía y sus abogados. Con ello, trata de frenar a otras personas que se decidan a seguir sus pasos y aprovechar el anonimato para insultar y denigrar a otros en las redes.