Iker Casillas ha confirmado en la mañana de este lunes su retirada del fútbol. El futbolista tenía contrato hasta el año 2020 con el Oporto, donde se mudó a vivir con su familia para comenzar una nueva etapa profesional. Sin embargo, el susto que supuso el infarto que sufrió el pasado mes de mayo ha provocado que se replantee de nuevo su vida y decida que es más seguro para su salud que abandone la primera fila y adopte un papel más secundario en el equipo.
Sara Carbonero recibe (por fin) una buena noticia entre tanto dramaIker Casillas ha puesto fin a su carrera profesional como futbolista de forma inesperada este lunes, tal y como así ha confirmado él mismo: “Voy a hacer algo diferente de lo que habitualmente hacía, que era estar en el terreno de juego”, confiesa el jugador de Móstoles, que a partir de ahora formará parte del staff del Oporto como directivo del equipo “con otras funciones”.
Esta decisión ha sido muy meditada, tal y como reconoce Iker Casillas. El infarto de miocardio que sufrió durante el entrenamiento con el Oporto el pasado mes de mayo le dejó muy tocado. Aunque su salud se ha recuperado y todo ha quedado en un susto, el miedo no se ha disipado. Los principios de su vida han tomado más presencia y en ellos sus hijos y su mujer, Sara Carbonero, ocupan los primeros puestos.
“El entrenador Sergio Conceiçao habló conmigo la pasada temporada cuando se produjo mi situación y me dijo que quería que me quedara con ellos, cerca de los jugadores, cerca de los jugadores más jóvenes, porque habría varios cambios”, ha aclarado Iker Casillas, que ahora pasará más tiempo en casa junto a su familia, aunque su trabajo seguirá siendo una parte clave de su rutina.