Junto a Antonia Dell’Atte, Ana Obregón y Alessandro Lequio, protagonizaron el triángulo amoroso y las portadas más comentadas de los años 90 en España. Resumiendo mucho su trayectoria juntos, se podría decir que el idilio entre la multifacética niña de buena familia que era Ana Obregón en aquel momento y el conde italiano comenzó gracias a una infidelidad y se extinguió por la misma causa.
Desafortunadamente para la pareja formada por Ana y Lequio, su amor no duró. Pero para bien o para mal, sus nombres siempre aparecerán juntos en la crónica del corazón, merced del fruto de tanto derroche de pasión: su hijo en común, el malogrado Aless.
Pero mucho antes del nacimiento del único hombre que le importa hoy por hoy a Ana Obregón, se produjo el choque de dos mundos: el encuentro de la entonces actriz y el noble devenido en comercial de alto rango de Fiat. Lequio llegó a España trabajando para la compañía automovilística y casado con una modelo musa de Armani de armas tomar, Antonia Dell’Atte. La boda musa-noble se produjo por un embarazo inesperado y se dice que a nuestro país llegaron con el amor ya renqueando.
Así comenzó la historia de amor entre Ana y Lequio
Un sarao de Chanel y una cena en casa de uno de los nietos de Juan March fueron suficientes para que Ana Obregón y Alessandro Lequio se fijaran el uno en el otro y éste olvidara sus votos matrimoniales. Las salidas juntos para disfrutar de la noche madrileña hicieron el resto.
Meses más tarde, en 1991, la revista del saludo fotografió a la pareja, muy enamorada, en Mallorca. Por si a alguien no le había quedado claro qué les unía, Ana Obregón explicó a la prensa que “ella no había roto nada que no estuviera ya estropeado”. Y entonces comenzó una guerra mediática que les pasó factura.
Cómo se les rompió el amor a Alessandro Lequio y Ana García Obregón
La tercera en discordia, Antonia Dell’Atte, supo aprovechar mejor que nadie el momento televisivo que atravesaba la parrilla televisiva nacional y se sometió a la prueba del polígrafo en horario de máxima audiencia para llamar “cerdito” al hijo de Obregón y Lequio y “la otra” a Ana Obregón. Siete millones de espectadores picaron el anzuelo.
Para entonces, claro está, Aless Lequio ya había nacido, el conde y la presentadora llevaban dos años juntos y Antonia Dell’Atte se negaba a pie de micro a concederle el ansiado divorcio mientras le insultaba día sí día también en una mezcla fluida de italiano y español.
Las dos mujeres se enzarzaron de forma pública y desgarradora en una trifulca que duraría la friolera de 25 años, muchos más que la relación de Antonia y Lequio o Ana y Lequio. Las acusaciones de uno a otro lado alimentaban los reportajes y titulares más escandalosos de la prensa rosa. Pero el cruce constante de acusaciones acabó pasando factura a la relación de Ana Obregón y su conde se enfrió por completo. Tanto que en 1994 apareció besando a otra mujer en la misma prensa que hacía hueco a los titulares de Ana vs Antonia.
Mucho después, en el programa 'All you need is love', Ana Obregón habló de la infidelidad que le dio la puntilla a su relación con Alessandro Lequio. “Todos sabemos que Alessandro me acabó poniendo los cuernos. Fueron públicos, fue una época dolorosa. Vi en una revista al padre de mi hijo dándose un beso con otra mujer. Le dejé, pero me seguía llamando”.
Puede que Ana Obregón y Alessandro Lequio ya no estuvieran juntos, pero no se habían olvidado. En aquellas llamadas él le pedía a Ana que volviera, que la “nueva” no le gustaba tanto como ella. Ana Obregón, en un movimiento que hace que la sesión de Bizarrap y Shakira parezca una canción de amor a Piqué, grabó una de esas conversaciones y se la filtró a la nueva amante de su ex. Y a pesar de jugarretas como esta desde que se dejaron el uno al otro siempre han hablado del infinito cariño que se tienen porque, según Ana Obregón, “como padre y como amigo Lequio es el mejor”.
El nacimiento de la nieta de Ana Obregón y Lequio, el último escollo
Aunque el intento de llevarse bien por la estabilidad sentimental y afectiva de su hijo en común siempre ha estado ahí, la relación de Ana Obregón y su ex ha pasado por una dura prueba y ha evolucionado a un vínculo mucho más confuso desde la muerte de Aless y, especialmente, desde el nacimiento de Ana Sandra Lequio.
Las circunstancias especiales del nacimiento de la pequeña han provocado una ruptura evidente entre Ana y Alessandro, de hecho éste ni siquiera la ha conocido a pesar de ser, biológicamente, su nieta. El otro gran punto de fricción entre ambos desde 2020 ha sido la fundación que lleva en nombre de su hijo por la que se han enfrentado a través de tomas y dacas en los medios y las redes sociales.
Ahora parece que, de nuevo, los ex han decidido volver a vivir su vínculo común desde la calma chicha. Para empezar, Lequio ha rebajado el tono de algunas de las afirmaciones públicas que más se han sacado de quicio de los últimos tiempos. También ha querido zanjar la cuestión con el resumen de siempre: “Ana y yo hemos tenido una relación extraordinaria articulada alrededor de nuestro hijo, siempre nos hemos llevado de maravilla y nunca hemos tenido ningún problema. Le tengo cariño, le tengo aprecio y le tengo, sobre todo, un máximo respeto”. Una declaración de intenciones que Ana Obregón refrenda con un aún más clásico “le quiero muchísimo”. Esperemos que puedan conservar este mood durante mucho tiempo.