Desde que se decretara el Estado de Alarma Paco Arévalo ha hecho uso de su mejor arma: el humor. El cómico trata de contagiar a sus seguidores de su optimismo con chanzas y con los chistes con los que ha hecho carcajear a los españoles a lo largo de su carrera. Más aún desde que estamos obligados a estar aislados. Sin embargo, en su vida no todo es positivo. Él mismo lo revelaba este miércoles en sus redes sociales sin que nadie lo esperaba.
Su hija Nuria padece cáncer, una noticia que, a pesar de haber caído como un jarro de agua fría, no le hace amilanarse. "Mi hija Nuria, mi tesoro acaba de llegar de su sesión de quimioterapia. Como siempre sonriendo y me dice 'papá manda un beso a toda España de mi parte. Diles que son unos valientes y que los quiero mucho'. Diles que son unos valientes y que les quiero mucho", escribía en el post. El humorista y su ojito derecho se enfrentan a esta nueva etapa con fortaleza y así se lo desvela a SEMANA en exclusiva.
Atiende desde su vivienda de Valencia, donde está viviendo el confinamiento junto a sus hijos. "Mi hijo es quien baja a comprar y Nuria y yo nos quedamos en casa. Lo llevamos como podemos. Ellos se aíslan durante el día y luego comemos juntos y también hacemos vida en común", explica a este medio. Se muestra resignado ante la situación que nos ha tocado vivir, pero ¿cómo se encuentra tras este fuerte varapalo de salud?
Arévalo: "nos han dado esperanzas"
"Mi hija está en tratamiento en el hospital, pero solo vamos de manera puntual. No está ingresada. Intentamos luchar contra todo", apunta. Un cáncer que le fue detectado el pasado mes de enero: "Es tema de mama. Nos han dado esperanzas así que bien, aunque es cierto que la medicación es muy fuerte". No obstante, su caso está siendo estudiado y todavía no se sabe cuáles serán los planes de los médicos. "Sé que tenemos que volver la semana que viene y que creemos que habrá cirugía. Ahora hay que hacer de tripas corazón", añade. Ambos están muy unidos, más aún desde que falleciera su esposa en el año 2015. Arévalo es su apoyo más férreo y siempre que ha concedido alguna entrevista se refiere a ella como "mi tesoro". "Me hace muchísima compañía", asegura.
Y, aunque intenta estar animado, en sus palabras se denota la tristeza que, sin querer, le acompaña. "Trato de hacer reír a todo el mundo, pero ¿quién me hace reír a mí?", dice a SEMANA.