Está siendo un camino difícil de transitar, pero su ilusión por ver la carita de su bebé y salir adelante son ahora mismo su gran motor. Hablamos de Gisela (44 años), que en apenas dos meses saldrá de cuentas y cumplirá su deseo de ser mamá primeriza, tras 6 años de fallidos intentos. "Me siento regular y tengo mis picos", nos dice sin perder la sonrisa, nada más sentarnos con ella.
Fue en diciembre cuando la cantante tuvo que ser ingresa por un cólico nefrítico y unas piedras en el riñón que la llevaron a tener que ponerse un catéter, (ante la imposibilidad de operar), que le provocan dolores diarios. Pese a todo, la cantante ha continuado trabajando y se ha confesado con SEMANA en la que será, presuponemos, su última entrevista antes de convertirse en una feliz mamá.
¿Cómo te encuentras?
Regular.
Pero estás estupenda.
Porque nos hacemos las fuertes muchas veces. Pero ahí sigo yo con mis problemas por la piedra. Llevo un cateter interno y eso no me hace pasarlo bien.
¿No se te solucionó en tu ingreso hospitalario?
Qué va. Hasta final del embarazo mínico tengo que llevarlo para evitar tener otro cólico.
¿No ha habido forma de eliminar la piedra con láser ni con otro método que no sea invasivo?
No, ahora mismo no. No expulsé la piedra, se me quedó atascada y no me la pueden destruir ni quitar, porque cuando tienen que hacer esas operaciones tienen que radiar, lo hacen con radiografía en vivo y no se puede radiar a un bebé en formación. Y al no poder aplicar toda la técnica que hace falta para esa intervención me pusieron un catéter. No se lo deseo a nadie, es súper doloroso.
Has pasado ya tantos dolores que ya vas a estar preparada para el parto.
Sí, dicen que los cólicos duelen como un parto o más. Ahora tengo dolor, pero no es de cólico, es dolor por el catéter porque la goma me roza la vejiga y tengo hemorragias, sangro todos los días y tengo mucha anemia por eso.
Eres una jabata. Y lo cuentas con una sonrisa.
Bueno, tengo días mejores y peores, pero tuve un momento en Navidad en el que no podía andar por culpa del catéter y me quedé en cama. Hablé hasta con el urólogo a ver si había algo que pudiéramos hacer, quitarlo o algo. Le rogué una solución, pero me dijo que si me lo quitaban era peor, que se podría obstruir la piedra, que el catéter no la pudiera recolocar y me tuvieran que hacer un agujero en la espalda y sacarme una bolsa. Así que a aguantar. Y sin poder tomar casi nada para el dolor. Me han dicho que aguante todo lo que pueda, pero un dolor extremo también me puede provocar un parto prematuro. Creo que en todo el proceso me he tomado tres paracetamoles y fueron para aguantar los conciertos.
¿Ilusionada por la espera?
Sí, estoy entre el infierno y el deseo máximo. Seguimos sin saber el sexo del bebé.
¿Tienes preferencias?
Nos da igual. Quizás al principio igual me hubiera gustado más ilusión una niña, luego pensé que un niño lo iba a disfrutar más mi chico... y ahora me da igual.
¿Y tu marido cómo lo está viviendo?
Muy ilusionado. Hemos hecho súperequipo. Ya estábamos bien como pareja, pero ahora estamos muy unidos. Ya veremos qué pasa después porque todos dicen que es muy duro. Quizás ahora él está llevando esto peor porque se siente muy impotente de verme mal y no poder ayudarme. Está deseando que nazca para asumir más peso... Pero no puede hacer nada por mi dolor y se siente impotente.
Va a ser un bebé muy deseado, ha costado llegar a este punto.
Sí, ha costado un montón. Todo. Llevábamos seis años buscándolo. Ha sido a la primera in vitro, pero el proceso ha sido muy largo porque yo no generaba muchos óvulos y tuvimos que hacer cinco estimulaciones. Y hemos tenido suerte de que me quedé embarazada. Si no igual nos habríamos quedado sin bebé o tendrÃamos que haber tirado por la ovo-donación. Con esa edad que cuesta más. Empecé a los 39.
¿Has pasado miedo?
Sí. Miedo de no conseguirlo. Porque el dolor físico lo puedo soportar, soy bruta y cabezota.
Con todo lo vivido, ¿temes el parto?
Sí lo temo.
¿Nacerá en Barcelona?
Sí.
¿Tenéis nombre ya?
Quiero un nombre que no me recuerde a nadie.
¿Y Gisela?
Sí, me lo he planteado. Pero veremos.
¿Cómo crees que serás como madre?
Me vienen dos ideas: una súperpreocupada y sufridora, y otra como un poco de: "Uy, ¿esto es mío?".