Un año y medio después de la repentina muerte de su pareja, Massimo Stecchini, Pepa Flores encuentra el apoyo y la ilusión en su familia y sus amigos íntimos. La eterna Marisol trata de superar estos meses complicados sin el que fuera su compañero de vida durante los últimos 35 años, rodeada de sus seres queridos.
Como demuestra en exclusiva el extenso reportaje fotográfico que te ofrecemos en el interior de nuestro último número de SEMANA, disponible en todos los quioscos del territorio nacional a partir del miércoles 12 de febrero, la malagueña va recobrando poco a poco la normalidad. Está dedicada a las simples cosas en su Málaga natal, como dar largos paseos con sus más allegados y disfrutar de la compañía de sus tres hijas.
La nueva vida de Pepa Flores sin Massimo Stecchini, fallecido de un infarto hace año y medio
Este último año y medio no ha sido fácil para Pepa Flores. Marisol, como muchos la recuerdan, sufrió un durísimo varapalo en septiembre de 2023 con el fallecimiento de Massimo Stecchini, su pareja desde hacía 35 años, a raíz de un infarto. El italiano se había convertido en su gran apoyo y compañero de viaje desde que se conocieron, allá cuando la exniña prodigio de la España de la dictadura tenía 38 años y decidió alejarse de la vida pública para siempre. Tras su divorcio con Antonio Gades en 1982, Pepa Flores puso rumbo a su Málaga natal y fue ahí, en un establecimiento italiano de la Malagueta regentado por Massimo, donde le conoció y se enamoraron.
Desde entonces se convirtieron en inseparables, hasta el punto de que Massimo Stechini muchas veces ejerció de parapente cuando las cámaras buscaban a su mujer en cada aniversario de su 'desaparición' mediática. En cerca de cuatro décadas de relación, la madre de la actriz María Estévez y su pareja apostaron por una vida tranquila centrada en lo cotidiano.
Era muy habitual verles por las calles de la ciudad andaluza haciendo recados o disfrutando de paseos por la playa junto a sus perros o en terrazas con amigos e, incluso, acudiendo juntos al huerto que tenían a 30 kilómetros de su domicilio para hacerse con las verduras y frutas que cultivaban.
Los principales apoyos de la que fuera Marisol en uno de los momentos más complicados de su vida
Tras el inesperado fallecimiento del italiano, Pepa Flores se ha refugiado, por supuesto, en sus tres hijas (María, Tamara y Cecilia) y en sus más allegados, como demuestran las imágenes que te ofrecemos en el interior de nuestra revista SEMANA. En estas se ve a una Pepa Flores, algo cabizbaja, mientras camina por los alrededores de su casa en Málaga del brazo de un íntimo amigo. Entre confidencias y confidencias, el hombre con el que despliega una gran complicidad logra sacarle alguna que otra sonrisa a quien fuera Marisol durante su infancia.
Va vestida con un look muy moderno y cómodo, en el que destaca un abrigo a imitación de piel de borrego que combina con unos pantalones blancos terminados en campana y una camiseta básica gris. Pepa Flores cierra el elegante estilismo de calle con unas maxigafas que le tapan el rostro.
Tras el paseo en el que la pareja de amigos aprovechó para hacer algunas compras, el acompañante de la malagueña la dejó en el portal de su casa y ahí se despidieron, con un cálido y sentido abrazo y beso en la mejilla como muestra de su fuerte amistad.
El hueco que ha dejado Massimo Stecchini, difícil de remplazar para Pepa Flores
A sus 77 años recién cumplidos (loc cumplió el pasado 4 de febrero), lo cierto es que a Pepa Flores apoyos no le faltan. Nos aseguran desde su entorno que no está siendo nada fácil para ella superar la muerte tan inesperada y de un momento a otro de quien fue su gran confidente y compañero de vida durante tantos años. El hueco que ha dejado Massimo Stecchini en su mujer (aunque no estaban casados) es más que evidente para el círculo más próximo de la exactriz.
Poco a poco va Pepa Flores dando pasos en firme para dejar atrás este duro golpe que ha supuesto para ella perder a su pareja, quien era once años más joven que ella. Ella, la inolvidable Marisol, que ha sido una de las mujeres -y sigue siéndolo- más queridas de nuestro país, saca fuerzas de donde no las hay gracias a los suyos y al cariño de sus seguidores que han podido volver a recrear su vida gracias al documental, Marisol, llámame Pepa, nominado en estos pasados premios Goya a mejor película documental.
No te pierdas nuestra revista con las fotos exclusivas de este rencuentro entre Pepa Flores y su amigo, además de todos los temas que podrás encontrar en su interior.