La herencia de Paquirri se repartió el 24 de septiembre de 1987, dos días antes del tercer aniversario de su muerte. Y dos días antes de que expirara el plazo legal para zanjar lo relacionado con su legado. Entonces, una de las personas implicadas en el reparto fue Carmina Ordóñez, primera mujer del torero y madre de sus dos hijos mayores, Fran y Cayetano. Ella misma contaba a SEMANA con todo lujo de detalles qué parte le tocó a ella y a sus vástagos.
Carmina hablaba alto y claro del legado de Paquirri: "Aún faltan las cosas que tiene en su poder su viuda"
"Nos entregaron cosas personales de Francisco. No todas, porque aún faltan las que tiene en su poder si viuda y corresponden a mis hijos", relataba Carmina. "Nos dieron alfileres de corbata, gemelos, medallas, relojes... ese tipo de cosas". El relato de 'la divina', como se llamaba a esta reina de corazones en los años noventa, cobra hoy más protagonismo que nunca. Desde que Kiko Rivera abrió la caja de los truenos y emprendió la guerra con su madre, el testamento de Paquirri vuelve a estar en tela de juicio. ¿Se repartió todo siguiendo las últimas voluntades del diestro? Fran y Cayetano llevan toda la vida reclamando numerosos objetos personales de su padre a Isabel Pantoja, a la que han acusado de quedarse con cosas de su padre que, según ellos, deberían estar en su poder.
El supuesto afán de la cantante por retener las pertenencias de su marido siempre ha hecho que el clan Rivera la cuestione. Es algo que también ha hecho su hijo Kiko. El DJ ha confesado que el pasado 2 de agosto de 2020 vio algo en Cantora que lo hizo quedarse "en shock" y que provocó una fuerte discusión con su madre. Lo que vieron sus ojos era de tal importancia que su reacción inmediata fue "decírselo inmediatamente a mis hermanos". Sin entrar en profundidades sobre lo que descubrió, dejaba entrever que podría tratarse de algo relacionado con el legado de su padre.
Carmina Ordóñez aclaraba en SEMANA que sus hijos no solo recibieron parte de los objetos personales de Paquirri: también heredaron "su paquete de deudas". Unas deudas que, según la madrileña, "eran bastante importantes". En lo relativo a sus propiedades, el reparto quedaba así. Como bien se sabe, Cantora quedaba para Isabel Pantoja y su hijo Kiko. La finca 'El Robledo' pasaba a manos "de la familia Rivera". Sus hijos se quedarían con la finca 'Los Rosales' y con otra más pequeña, 'El Garlochí', que se puso a la venta poco después para "pagar estas deudas que existían".
"Sigue sin aparecer lo de América", denunciaba la madre de Fran y Cayetano Rivera
Hace más de 30 años, Carmina Ordóñez no ocultaba su indignación ante la manera en la que distribuyó el legado de Paquirri. Recordaba, comparando con un caso similar, que tras la muerte de su madre, su hermana Belén y ella "nos repartimos sus cosas sin valorarlas ni tasarlas, ya que hay objetos que no tienen ningún valor, pero sentimentalmente no tienen precio", destacaba.
No podía comprender cómo gran parte de esas cosas de valor emocional le fueron negadas a sus hijos. Mujer de enorme carisma y de mucho carácter, denunciaba: "Sigue sin aparecer lo de América, y sin eso no se puede hacer un reparto justo". Cuando hablaba de este asunto, hacía referencia a los importantísimos ingresos que había facturado su exmarido al otro lado del Atlántico. Y es que Paquirri también era un dios del torero en las plazas de países como México, Colombia, Venezuela o Perú. Tras su fallecimiento quedó una cuantiosa cifra en el aire. "Es dinero en metálico, no se sabe cuánto. Lo sabrán los que lo tienen", sentenciaba.
Sin pelos en la lengua, la hija del mítico torero Antonio Ordóñez explicaba por qué había decidido iniciar un proceso judicial contra Isabel Pantoja. "A mis hijos la viuda de su padre debía haberle entregado objetos que estaban en su poder y que les correspondían a ellos. Esos son los problemas que han hecho que yo ponga una demanda", decía.
La curiosa revelación de Carmina sobre una joya que Lolita le regaló al torero
Curiosamente, la entrevista de Carmina Ordóñez en SEMANA revela datos muy llamativos sobre pertenencias de Paquirri que formaron parte de su pasado sentimental. En el reparto de la herencia se entregó a la 'socialité' un colgante, "un capotito de paseo que le había regalado Lolita a Francisco". Se había borrado la inscripción que había en ella y que rezaba: "Te quiero, Lolita". Aún hay más. También habían borrado la inscripción de otra joya, "un reloj que me regalaron mis padres cuando me casé con él", detallaba. "No sé quién habrá sido, pero debe tener mucho tiempo libre para andar quitando y poniendo nombres", se lamentaba.