Las Campanadas están a la vuelta de la esquina y, teniendo en cuenta que Ion Aramendi es uno de los grandes protagonistas de las de Telecinco, ya ha comenzado a ponerse a punto. El presentador quiere lucir la mejor imagen para dar la bienvenida al 2025 en la cadena de Fuencarral, y para lograrlo, se ha sometido a una estricta dieta gracias a la que ha perdido bastante peso en apenas dos meses. Lo que tal vez nadie podía llegar a imaginar, es que lo ha hecho a base de bocadillos

Aunque Ion Aramendi ya llevaba a cabo una vida en la que hacía especial hincapié en el cuidado físico a base del deporte, no ha sido hasta ahora cuando ha tomado la decisión de perder peso. Lo ha hecho, eso sí, de la mano de una nutricionista de confianza para toda la familia, pues fue en quien confió su esposa, María Amores, una vez había dado a luz a su hija Marieta. Los resultados fueron óptimos, y ahora, el presentador le ha encomendado un nuevo reto que está logrando con creces. O al menos, así lo cree su mujer: “Bravo. Ready y guapísimo para las Campanadas”, ha escrito, en el pie de un vídeo en el que la profesional en cuestión le está tomando una serie de medidas para compararlas con las que tenía antes de adelgazar. 

El 'secreto' de Ion Aramendi para perder peso a base de bocadillos, al descubierto

Si algo tenía claro Ion, es que no estaba dispuesto a tener que eliminar el pan de sus comidas. Muchos nutricionistas coinciden en que la ingesta desmedida de este alimento provoca un aumento considerable del peso, motivo por el que se ideó la que ahora se conoce como ‘dieta del bocadillo’: “Lo que yo más odiaba del mundo en las dietas es que me quitasen el pan, porque yo soy ‘panera’ total. Aquí te dejan comer media barra de pan al día, pero tienes que hacerlo de una forma específica”, dijo la creadora de contenido ‘Generouser’, haciendo referencia al método de pérdida de kilos que ahora está probando Aramendi.

Fue Terica Uriol, licenciada en Farmacia y en Ciencia y Tecnología de los alimentos, quien hizo uso de sus conocimientos para sacar a relucir esta nueva manera de adelgazar que ha surtido un gran efecto en el presentador. Y es que, lejos de prohibir la ingesta de pan como en otras dietas, obliga a su consumo diario. Por esta razón, Ion tiene que comer bocadillos a diario, pues es posible bajar hasta un kilo a la semana gracias a ellos: “Mi método consiste en comer la cantidad necesaria de hidratos de carbono para llevar una alimentación saludable, baja en grasas y con la cantidad justa de proteínas”, revela Uriol en su página web, pues so objetivo no es otro que el de “enseñar a comer para no volver a engordar”. 

Tal y como indica la creadora de esta dieta, la clave está en atender a la pirámide nutricional, y hacer del pan de esta la particular base. Sobre ella descansan las frutas, las verduras, las proteínas y, arriba del todo, las grasas, que tienen que eliminarse prácticamente por completo para alcanzar una serie de metas a nivel físico: “El secreto está en no tomar grasas, consumir solo la grasa estrictamente necesaria. Si consumimos más grasas de la que debemos, no la eliminamos y se queda en el tejido adiposo. Lo que queremos conseguir es que, si el cuerpo necesita más grasa, la coja del tejido adiposo, de las reservas almacenadas”, ha indicado. 

 

El presentador, en medio de la polémica por las Campanadas de Telecinco

Muy orgulloso de su cambio y de la fuerza de voluntad que está demostrando, Ion se ha paseado por algunos de los platós de su cadena, como el de ‘TardeAR’. El presentador ha explicado, con todo lujo de detalles, cómo está viviendo esta dieta, gracias a la que lucirá su mejor imagen en unas Campanadas que prometen ser todo un éxito. No obstante, en un primer momento han estado marcadas por la polémica del fichaje de Los Mozos de Arousa para presentarlas junto al periodista. Pero dado que ‘Reacción en Cadena’ llega a su fin este mismo lunes, 25 de noviembre, la cúpula de Telecinco daba un giro de 180 grados a su elección para decantarse por Aramendi y Blanca Romero

 

Esta decisión no gustaba en absoluto a los jóvenes, y uno de ellos, Borjamina, se quejaba públicamente: “No es que nos hubiéramos hecho ilusiones, es que estaba cerrado (…) Y esto no es ninguna rabieta por no dar las Campanadas, que estaba más que asumido los últimos días. Es por descubrir (y cada día cosas nuevas) que hemos sido engañados, se han reído de nosotros y nos han mentido en nuestra cara para hacer cosas que no queríamos hacer”, recalcaba.