A Ana Obregón ya no le gusta la Semana Santa. Le remueve mucho porque le trae recuerdos muy tristes de su Aless. Así lo explicaba en 2021 en Instagram, hablando directamente a su hijo fallecido: “Hace tres años en Semana Santa te diagnosticaron cáncer y el año pasado en el hospital me diste la lección de vida y amor más dura que nadie pueda imaginar”, confesaba en su post.
Han pasado casi 4 años desde su pérdida y, junto a las grandes novedades de su vida personal como ha sido la llegada de Ana Sandra, Ana Obregón recuerda uno de los lugares favoritos de su hijo Aless, su casa de Mallorca o, lo que es lo mismo, ‘El Manantial’.
La casa que construyó su padre, Antonio García Fernández, en la costa de los Pinos, tiene más de 50 años y “no existe lugar más bello”, según dice la propia Ana: “Emerge majestuosa sobre una multitud de pinos centenarios, abrazando el mar con una infinita terraza, y su suelo turquesa en los atardeceres de verano se fusiona con el azul del Mediterráneo y del cielo”.
No es de extrañar que para su hijo Aless fuera un sitio tan mágico, tan especial. “Mamá, nunca la vendáis, pase lo que pase”, le decía ya de adolescente a su madre. El hijo de Ana Obregón disfrutó cuanto pudo de este retiro idílico. De hecho, pasó el que sería su último verano, el de 2019, en la casa junto a sus abuelos y su madre.
“Decidiste venir para estar con tus abuelos y conmigo. Nos regalaste unas semanas de felicidad absoluta, exprimiendo cada segundo los atardeceres entados en el sofá con tu abuela y los gin-tonics que le cambiabas por pastillas. Volvimos a navegar juntos por ese mar que tanto amabas desde pequeño”, escribía Ana en su libro ‘El chico de las musarañas’, publicado en 2023, en honor a su querido hijo.
Aless falleció el 13 de mayo de 2020, dejando un vacío indescriptible en el corazón de la familia y, por supuesto, en su lugar favorito, que Ana identificaba inmediatamente con sus vivencias.
Con sus recuerdos siempre en mente, Ana pudo encontrar la paz y la fuerza para seguir adelante en este bonito rincón mallorquín. Y volver a disfrutar de la alegría de su preciosa casa el pasado verano junto a su pequeña Ana Sandra. La amplia vivienda tiene como joya de la corona la zona exterior, con unas vistas al mar de ensueño.
‘El Manantial’ es una casa de ensueño en la que Ana Obregón ha pasado la mayoría de sus veranos junto a su familia. Se trata de una vivienda con vistas al mar en la isla de Mallorca que fue construida por el padre de la actriz en los años 60. Cuenta con un terrero de 8.000 metros cuadrados, a 140 metros de un acantilado. En su interior podemos encontrar siete dormitorios con cuarto de baño propio, salón, cocina y terraza. Sin embargo, es la zona exterior la parte más especial de la casa. Esta está presidida por una enorme piscina y una zona chill out.
La habitación de Ana Obregón es uno de sus rincones predilectos, donde se encerró para poder terminar el libro dedicado a su hijo. Se trata de una estancia de lo más amplia y acogedora. Sus grandes ventanales con vistas al mar han propiciado que la presentadora encuentre la inspiración necesaria a la hora de ponerse frente al ordenador a escribir. Además, cuenta con un rincón para la lectura, una cama de matrimonio y una mesa de noche en la que podemos ver una foto en la que aparece junto a su hijo y una lámpara a juego con la decoración de la misma.
En esta casa, ella apuesta por paredes blancas que van a juego con las cortinas que tienen un sencillo estampado floral. La terraza de la habitación la utiliza para hacer ejercicio y por ello es normal que veamos siempre colocada una esterilla en donde hace sus ejercicios de yoga y meditación.
La zona exterior, la joya de la casa de Ana Obregón en Mallorca
A Ana Obregón le gusta pasar bastante tiempo en casa, puesto que cuenta con todas las comodidades posibles. Así, hace frente al calor en la enorme piscina que preside la zona exterior. Esta parte también tiene vistas al mar y destaca la enorme barandilla blanca de madera y los suelos de azulejos azules. La casa está en un acantilado, con unas vistas increíbles, lo que hace que sea un espacio de calma y paz. Además, está rodeada de mucha vegetación, lo que la convierte en un lugar que respeta la intimidad de la actriz y la de todos sus invitados.