Hace menos de una semana Paloma Cuevas hizo frente a su cumpleaños más atípico. Se rodeó de sus amigos y seres más queridos en un encuentro íntimo en el que hubo un invitado inesperado. A pesar de que se ha especulado mucho durante las últimas semanas sobre la cordialidad que existe entre ella y su expareja, Enrique Ponce, tras su ruptura, una vez se hizo patente que la única intención de los dos es que reine la paz. De hecho, el diestro se acercó personalmente a la celebración y, aunque no se quedó a cenar, sí que quiso darle los mejores deseos y felicitar a la madre de sus dos hijas después de cumplir 48 años.

Paloma Cuevas  durante la llegada a los premios "Mujer de Hoy".

Paloma quiso pasar este día junto a unos amigos que el diestro y la cordobesa comparten y fue precisamente en ese momento cuando Enrique Ponce apareció. Un gesto inesperado que ha dejado a todo el mundo boquiabierto, pero que una vez más evidencia la buena relación que mantiene, a pesar de que decidieran poner punto y final a su relación. Así lo han asegurado en 'El programa de Ana Rosa', donde han dado detalles de este revelador encuentro. No obstante, esto no cambia nada entre ellos, cada uno seguirá con su vida: él con Ana Soria y ella junto a sus hijas. Es cierto que ya no son pareja, sin embargo, el cariño entre ambos tras más de dos décadas juntos les mantiene unidos de alguna manera.

En el pasado fueron muy felices, pero desde hace unos meses tomaron caminos por separado. Él junto a Ana Soria, la joven almeriense de la que se declara profundamente enamorado y ella, por el momento, según revela su círculo a SEMANA sin ninguna intención de rehacer su vida. La empresaria no quiere escuchar hablar de ningún hombre. "Se lo digo casi todos los días que lo que tiene que hacer es enamorarse, pero siempre me dice que cero patatero. No tiene ganas de nada" ,comentan a esta revista desde el círculo de Paloma Cuevas.

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Por el momento, Paloma solo desea estar tranquila, quién sabe si lejos de España. La pasada semana vio la luz la jugosa propuesta que le había hecho Julio Iglesias y es que la cordobesa tiene una relación fraternal con su esposa, Miranda. Por esta razón, el artista propuso a la hija de Victoriano Valencia hacer las maletas y volar hasta República Dominicana para afincarse junto a ellos en la vivienda que el cantante posee. Una oferta que, de aceptarla, le ayudaría a estar lejos de polémicas, eso sí, tendría que empezar desde cero.

Ni estaría cerca de sus padres, ni tampoco de sus amigos más íntimos. Tanto es así que, según ha podido saber este medio, ese es uno de los grandes frenos para Cuevas. Uno de los motivos que la atan a España son sus progenitores, a quienes está profundamente unida y quienes están delicados de salud, siendo ellos su principal freno, según nos comentan. Mientras se resuelve la incertidumbre sobre su futuro, Ponce continúa con su vida y con el amor que profesa públicamente a su pareja.