Paz Padilla está pasando el peor momento de su vida después de que el pasado sábado falleciera su marido, Antonio Juan Vidal, tras una dura enfermedad con tan solo 53 años. La presentadora de televisión ha perdido al amor de su vida y se despedía de él el pasado lunes en un entierro muy especial en Zahara de los Atunes, Cádiz. Durante los últimos días se había ausentado del trabajo para estar junto a él, pero sin desvelar a la gran parte de sus compañeros de trabajo el motivo de su ausencia.
El lunes daba el último adiós en el sur, hasta donde se digieron familiares y amigos de la pareja. Además, la presentadora de televisión estuvo acompañada por compañeros de trabajo, como Raúl Prieto, David Valldeperas o el reportero de 'Sálvame', José Antonio León. Todos ellos conocían el estado de salud del marido de Paz, y la triste noticia les ha llevado hasta Cádiz procedentes de Madrid para estar junto a ella en estos momentos tan delicados.En SEMANA podrás ver todas las imágenes del emotivo funeral que celebró Paz para homenajear a Antonio. Zahara de los Atunes es un lugar especial para ellos, ya que no solo se conocieron allí con tan solo 14 años, sino que en octubre de 2016 tomaron la decisión de casarse en secreto allí para poner el broche a su historia de amor.
Precisamente, unas horas después de haber celebrado el funeral, Paz Padilla se despedía de su pareja a través de las redes sociales con una bonita foto y un mensaje muy emotivo: «Siempre estaremos fundidos en uno. Espérame que todavía nos queda una tercera oportunidad«, ha escrito en su cuenta de Instagram. Junto a sus palabras, una preciosa fotografía de la pareja con el torso desnudo, abrazados.
En su último adiós, los invitados han cantado las canciones favoritas del abogado, han bailado… se han fundido en un cálido abrazo. E incluso han podido reírse al escuchar el divertido y emocionado monólogo de Paz en memoria de su esposo. «Yo lo dejé una vez y ahora me ha dejado él, el cabrón», bromeaba en la comida celebrada tras el funeral, en Zahara de los Atunes.Poco después de finalizar el almuerzo, sus seres queridos se despedían de Paz de manera muy cálida. Muchos besos. Infinidad de abrazos. Todos se han volcado con ella. Y es que las últimas horas han sido especialmente intensas. Su círculo más íntimo pudo participar en un tributo sentido e inolvidable en el que Paz no ha dejado un detalle al azar. Pero tras los besos y los abrazos, la presentadora, acompañada de su hija Anna Ferrer Padilla y otros familiares, regresaba a su casa de Cádiz.