Elena Tablada sobre su ruptura con Javier Ungría: "Simplemente no era para mí"

Elena Tablada esperaba, según su entorno, retomar su relación con Javier Ungría. Se habían dado un tiempo y confiaban en que la distancia les sirviera para ver hacia qué punto iba su matrimonio. Pues bien, unas imágenes del empresario junto a otra mujer mientras pasea por Madrid han provocado una gran tristeza en Tablada. Tanto es así que por sus palabras se puede entender que su historia de amor es ya un capítulo cerrado. "Todo es un aprendizaje (...) Simplemente esto no era para mí, necesito tiempo para mí misma", ha comenzado diciendo la diseñadora de joyas.

La empresaria, que actualmente se encuentra en Miami, se está esforzando al máximo por sanar heridas. Para ello se está centrando en el Kensugi, una filosofía japonesa en la que evidencia que las cicatrices son parte de tu historia y jamás se debe renegar de ellas. Si bien de vez en cuando ella suele hacer las maletas y pasa temporadas en Miami, en esta ocasión el viaje era más que necesario. Ha sido allí donde ha sido testigo de las imágenes de su todavía marido, Javier Ungría, con otra mujer en plena calle, vídeo en el que se veía mucha complicidad entre ellos. "Nada de este proceso está siendo fácil. Estoy trabajando mucho en mí para poder darle lo mejor a mis hijas. Necesito volver a encontrarme a mí misma. Me perdí en algún momento del camino", ha dicho Elena Tablada a 'Y ahora Sonsoles', programa en el que contaban el dolor que siente Elena Tablada con su ruptura.Desde Miami no solo ha concedido estas declaraciones. Además, ha celebrado Halloween, fiesta en la que inevitablemente ha tenido muy presente a sus hijas. Un día antes, en concreto este lunes, ella era quien publicaba en el universo 2.0 la filosofía de vida a la que se ha unido. En su post hace referencia a una técnica que se utiliza en Japón para arreglar jarrones, aunque es una filosofía que se extrapola a la vida de mucha gente y es que gracias a ella se recomponen piezas rotas intentando que las grietas sean hermosas. Es una metáfora de la resiliencia, siendo esta la capacidad para que cualquiera resurja, a pesar de lo que suceda en su vida.