Ana Obregón estuvo a la altura de las expectativas en su primer acto público desde que el año pasado su hijo Álex enfermase de cáncer. La artista reaparecía para amadrinar los productos gourmet de Torrequebrada y, como ella misma anunció, venía a hablar de jamón serrano, pero también “de algunas cositas mías”.Entre esas “cositas”, como cabía esperar, estaba cómo había sido su calvario en Estados Unidos, cuando, según ella, “tocó fondo” y conoció “la profundidad más oscura que existe”.
Ahora Ana se muestra alegre, optimista y feliz, pero su estancia en Estados Unidos, mientras su hijo luchaba por sobrevivir, fue mucho más dura. Sobre todo por su hijo, pero también por la soledad que experimentó. De algún modo, responsabiliza a su ex y padre de su hijo, Alessandro Lequio, de esa soledad y le recrimina no haberse quedado más al lado de su hijo cuando este lo necesitaba. “A ver, él ha estado, sobre todo al principio, pero sinceramente me hubiera gustado que estuviera más”, termina diciendo Ana en un arranque de sinceridad en conversación con este medio.
La actriz no quiere que sus palabras se descontextualicen pero admite que al fin y al cabo Alessandro es “el padre”. “Me hubiera gustado que estuviera más tiempo para acompañarme porque estaba muy sola y además llevaba ese estrés interior que no puedes mostrar a la persona que tienes al lado, que es tu hijo, y tienes que estar todo el tiempo sonriendo, pero bueno…”, termina diciendo Ana con cierta resignación.
La madre de Alex asegura que no por ello está enfadada con su ex y que su hijo tampoco lo está. “Solo es que cada uno es de una forma, pero yo no le echo nada en cara”, zanja.“¿Y parte de esa soledad también se debe a que la novia de tu hijo también os dejó?”, quiso saber esta revista. “No, eso no, porque ella estuvo muy poquito, pero de eso no voy a hablar porque son temas de mi hijo”, responde tajante.