La colaboradora ha compartido fotos de su romántica escapada con Miguel Marcos con motivo de su segundo año de casados.
Esta semana, Belén Esteban ha celebrado su segundo aniversario de boda con Miguel Marcos. Fue el 22 de junio de 2019 cuando la pareja se dio el 'sí, quiero' en una boda civil que congregó al equipo de 'Sálvame' y los seres queridos de ambos. Un día inolvidable que la colaboradora y su pareja han querido rememorar disfrutando de una escapada inolvidable.
Este viernes, la madrileña ha compartido las imágenes del espectacular hotel adonde se ha escapado con el amor de su vida. Un refugio rural que no se parece en nada a un establecimiento convencional. Y es que el lugar elegido para festejar estos dos años de casada es un lugar de ensueño cuyas habitaciones no están formadas por cuatro paredes, sino por burbujas de plástico que permiten ver en todo su esplendor las mejores noches estrelladas propias de esta temporada.
Un hotel burbuja que permite ver el cielo
El 'hotel burbuja' es un concepto muy novedoso que permite a los huéspedes disfrutar de una experiencia única y diferente, ya que los techos transparentes de sus suites dan paso a unas vistas excepcionales del cielo. Sin duda, una elección muy acertada por parte de la 'princesa del pueblo' y su marido. Los dos gozaron de esta romántica escapada, eso sí, antes del fallecimiento de Mila Ximénez, que perdía la vida el pasado miércoles a los 69 años tras un año de lucha contra el cáncer.
Tras su muerte, Belén no podía ocultar sus lágrimas en 'Sálvame'. Rota en llanto, la recordaba con enorme cariño. "Me bloqueé mucho. Yo sabes que soy llorona. Llevábamos días esperando pero cuando llega… que te digan que va a llegar es duro. Yo hoy no pensaba venir aquí. Yo... me has llamado por teléfono y me has dicho una cosa que, como a María, he venido por lo que me has dicho", decía.
"Yo a ella le he adorado pero también la hubiera matado en muchas ocasiones de mi vida. Porque me las ha montado.... Pero yo me quedo con la última temporada que estuve con ella porque ella y yo hablamos de va a quedar para ella y para mi. He pasado buenos momentos con ella y también me ha hecho pasar malos momentos. Pero yo y todos mis compañeros la vamos a echar de menos", explicaba.
El espacio donde Belén y Miguel han compartido unos días de descanso cuenta también con piscina propia, tumbonas para tomar el sol, iluminación con luces led y un baño con cubierta transparente para sacar todo el partido a esta experiencia única que despierta los sentidos. Y con la que han puesto el broche de oro a un año de confinamiento que, por fin, les permite seguir adelante con sus planes: ¡Casarse por la iglesia!