Las pruebas que demuestran que el piso alquilado por Tamara Falcó, tanto ella como Íñigo Onieva lo han convertido en su nidito de amor.
Tamara Falcó tomó la decisión hace algunos meses de alquilar un espectacular piso en el barrio de Justicia de Madrid, según pudo saber SEMANA en exclusiva. A pesar de que diferentes publicaciones aseguraron que su finalidad era ser una oficina, nada más lejos de la realidad, pues allí lleva acabo mucho más cometidos que los meramente laborales. La marquesa de Griñón hace vida normal en esta vivienda por la que desembolsa más de 3000 euros y, de hecho, se ha convertido en el nidito de amor de ella e Íñigo Onieva. Es habitual ver a ambos con bolsas de la compra, sacando a los perros, a él haciendo deporte a primera hora de la mañana o a ambos saliendo a cenar a última hora del día. Aunque estos detalles no son las únicas pistas que demuestran que este es su refugio, ya que, tal y como podrás comprobar en las fotografías que te ofrecemos a continuación, Íñigo ya tiene llaves de la casa de su chica.
Allí la pareja puede disfrutar de su independencia y de su amor, lejos de cualquier mirada indiscreta. Aunque Tamara no es dada a mostrarse cariñosa con sus parejas, en esta ocasión ha cambiado algo en ella, ya que han sido varias las veces las que los fotógrafos les han inmortalizado dedicándose carantoñas en público. Íñigo y Tamara están muy ilusionados y han logrado convertirse en el mejor complemento del otro, una idílica situación que les llevan a disfrutar al máximo de todo el tiempo que pueden juntos. A pesar de que Íñigo vivía en La Moraleja junto a su familia, su relación con Tamara Falcó le habría roto los esquemas y ha decidido hacer algunos cambios en su vida. El primero de ellos cambiar de casa y pasar mucho tiempo fuera de su chalet familiar, siendo estos muros los testigos de su historia de amor con la hija de Isabel Preysler.
Vídeo: Europa Press
Vídeo: Europa PressMuchos han sido los momentos cotidianos que Tamara e Iñigo han compartido desde que ella alquiló esta vivienda y todos ellos son dignos de cualquier pareja que vive en su hogar. Aunque hasta ahora vivía en 'Villa meona', propiedad de su madre, de este modo, Tamara está más cerca del bullicio madrileño y de muchos de los restaurantes de moda, lo que facilita tanto el ocio como los compromisos profesionales de ambos. Si bien es cierto que su relación comenzó hace tan solo unos meses, lo suyo va viento en popa y a toda vela. Íñigo es pura frescura para Tamara y es atrevido, lo que ha llevado a la hija de Carlos Falcó a dar muchos pasos en su vida. Tras el fallecimiento de su progenitor, Tamara se compró una vivienda en Puerta de Hierro que todavía está en construcción, tal y como reveló esta revista en exclusiva. Hasta que esta casa esté lista, la colaboradora de 'El Hormiguero' permanecerá en este piso del centro de Madrid, donde pasa la mayor parte del tiempo, aunque a veces lo alterna y también se queda en casa de su madre, a la que, por cierto, está muy unida.
Aunque se resisten y todavía no han posteado ninguna imagen juntos en solitario, ni tampoco se han dedicado palabras de amor, el círculo de ambos insiste en que están muy felices. Íñigo fue quien la apoyó tras la muerte de su padre y quien en diferentes situaciones le ha servido de empuje para que siga para adelante. Con muchísimos proyectos a la vista, la actual marquesa de Griñón está viviendo, sin duda alguna, su mejor momento profesional y probablemente también sentimental.