Un día después de romper su silencio y explicar cómo se siente tras sufrir un ictus, Kiko Rivera ha querido darle su lugar a su mujer, Irene Rosales. El hijo de Isabel Pantoja está en las mejores manos y está encontrando en la sevillana a su mayor apoyo. Por ello, le ha dedicado unas emotivas palabras aprovechando los pocos minutos que los médicos le dejan para estar con el móvil.
Con una imagen en la que vemos las manos de ambos entrelazadas, Kiko Rivera le dedicaba unas tiernas palabras a Irene Rosales, quien ha pasado con él la primera noche tras pasar a planta. "Hoy quiero agradecer a mi mujer que no me ha dejado ni un minuto, todavía le queda aguantarme... espero que muchos años más", asegura. Una declaración de intenciones que la excolaboradora de televisión no ha querido dejar pasar y ha respondido: "Somos uno y somos fuerte. Te quiero".
Este gran susto, del que pensó que no iba a salir, ha supuesto un antes y un después en la vida del hijo de la tonadillera. "El día 20 de octubre, este que está aquí ha vuelto a nacer. La vida me ha dado una segunda oportunidad y no pienso desaprovecharla", insiste. Por otro lado, Kiko Rivera también ha querido darle las gracias nuevamente a todas las personas que se han interesado por su estado de salud en las últimas horas. "He recibido miles de mensajes más y no sabéis lo feliz que me hace. Me quedo con ese cariño recibido", admite.
Jesús Calleja, dispuesto a ponerle las pilas a Kiko Rivera
En las últimas horas, numerosos rostros conocidos han querido mandar a Kiko Rivera sus mensajes más sinceros. Entre ellos, encontramos a Jesús Calleja, quien mantiene una estrecha relación con el hijo de la tonadillera. Tras enterarse de la noticia, el presentador de Mediaset aseguraba que iba a estar con él después de que saliese del hospital y le iba a poner las pilas. «Cuando salgas del hospital que será pronto, te voy a poner las pilas con el entrenamiento, algún consejo para motivarte en el deporte y cambiar tu dieta. No quiero ser pretencioso pero si me haces caso te dejo el ‘chasis’ como un pincel amigo!», aseguraba.