Rodolfo Sancho sigue en paradero desconocido mientras su entorno juega al despiste sobre dónde se encuentra. El próximo miércoles 17 de agosto, su hijo, Daniel Sancho, saldrá del aislamiento Covid que se le ha impuesto y ya podrá recibir visitas. Esta semana es crucial para el joven de 29 años. Será cuando su defensa conozca las pruebas con las que cuenta la policía tailandesa para incriminarle por el asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta que él mismo confesó. El actor y su ex pareja, Silvia Bronchalo, viven sus horas más bajas desde que estallara la noticia del crimen de su vástago. Como ha declarado Carmen Balfagón, portavoz de la familia, solo tienen un único deseo de cara a que la situación de Daniel se reconduzca de algún modo. "Confían en que pueda cumplir su condena en España", ha declarado. En el vídeo, da las claves de esa petición 'in extremis' a la que los seres queridos del cirujano asesinado se niegan en rotundo.

Vídeo Europa Press

Rodolfo Sancho centrado en su familia

A medida que se han ido conociendo más detalles sobre el crimen perpetrado por el joven de 29 años, según el mismo confesó, a su entorno más próximo no le ha quedado otra que pronunciarse, a cuentagotas. Están destrozados. Su padre ha pedido en varias ocasiones respeto en estos momentos de "máxima confusión". En el caso de la madre del asesino confeso, Silvia Bronchalo, aunque no ha emitido ningún comunicado, se sabe que está hundida. Así lo confirmaba la periodista Marisa Martín-Blázquez y añadía que "desconoce el perfil que se está dando de su hijo".Otra víctima colateral del brutal asesinato es Xenia Tostado, pareja del intérprete de 'El Ministerio del Tiempo' y madre de su hija de apenas ocho años. La también actriz sí se ha querido manifestarse de forma pública a través de un breve texto en el que aseguró tener miedo. Su prioridad y la de su compañero de vida en estos momentos es su niña, que "vive totalmente al margen de lo que está pasando", confesaba. A estos pronunciamientos hay que sumar el círculo de amigos íntimos del acusa, que, recientemente, pedían el máximo respeto y que se esclarezcan los hechos con transparencia. Aprovechaban también para condenar de manera tajante los hechos acontecidos.