El 30 de mayo de 2013, el operador de cámara italiano Mario Biondo falleció, a los 30 años, en su domicilio de la céntrica calle Magdalena de Madrid. Su mujer, la presentadora Raquel Sánchez Silva (50), se encontraba fuera de la ciudad, visitando a su familia en Plasencia. La asistenta fue quien encontró su cuerpo sin vida alertada por Raquel, que había sido avisada de que su marido no había acudido a su trabajo en los platós de 'MasterChef'.

La empleada de servicio doméstico jamás hubiera imaginado que, al abrir la puerta de la casa, se encontraría la terrible imagen del cadáver de Mario colgado de la estantería del salón. Un suceso del que, tras realizarse la primera autopsia en el Instituto Anatómico forense, se determinó que se había producido por ahorcamiento por asfixia mecánica apuntando a un suicidio. Además, los análisis de sangre confirmaron que el cámara había consumido drogas, alcohol y medicamentos.

Raquel Sánchez Silva confesó que la noche previa a la muerte habían discutido por sus planes de paternidad, aunque, tras arreglarlo, se despidieron de forma cariñosa. Al parecer, Mario, que había tenido problemas con las drogas y de depresión, no se sentía preparado para dar el paso de ser padre.

Raquel Sánchez Silva el día de su boda con Mario Biondo
Raquel Sánchez Silva el día de su boda con Mario Biondo. Foto: Gtres.

Han pasado diez años desde entonces y lo cierto, es que, aunque Raquel rehizo su vida junto al productor argentino Matías Dumont, padre de sus dos mellizos, no ha podido pasar página. Las tres autopsias y dos exhumaciones que la familia de Mario ha pedido a lo largo de esta década, unidas a las denuncias y polémicas declaraciones que han llevado a cabo, se lo han impedido. Y es que, aunque para la Justicia española e italiana, el caso Biondo está totalmente cerrado, sigue estando muy presente en la memoria de todos, como demuestra el hecho de la expectación que está levantando el documental 'Las últimas horas de Mario Biondo', que se estrena este 3 de agosto en Netflix.

Diferentes hipótesis

Aunque durante el entierro en Palermo había buena sintonía entre la familia de este y Raquel, muy pronto cambiaron las tornas. Ni unos ni otros podían creer que Mario se hubiera suicidado, pero mientras la presentadora apuntaba a "un accidente", que en un principio se dijo que podía tener un componente sexual, la familia del joven estaba cada vez más convencida de que había sido asesinado. Así a los siete meses del fallecimiento, la familia Biondo solicitó la primera exhumación.

Con este motivo, se llevó a cabo una investigación por parte de dos fiscales italianos para la que, incluso, se contrató a dos forenses que, en su reconstrucción de la muerte de Mario, descartaron la hipótesis de un accidente y también del suicidio por la posición en la que se encontró el cuerpo, por lo que concluyeron que tuvo que participar, al menos, otra persona. Lo cierto es que había ciertas contradicciones e incongruencias que levantaban dudas sobre la hipótesis del suicidio, aunque no para la familia de Mario, que, con su madre, Santina Biondo, a la cabeza, estaba convencida de que había sido asesinado.

Raquel Sánchez Silva en su boda con Mario Biondo
Raquel Sánchez Silva en su boda con Mario Biondo. Foto: Gtres.

Demanda por acoso

En junio de 2016 el caso fue definitivamente cerrado en España desestimando el recurso de apelación interpuesto por los Biondo, dejando claro que la familia de este discrepaba sobre este sobreseimiento. Por ello la cosa no acabó aquí y en noviembre de 2018, se realizó una segunda exhumación, a petición de la autoridades de Italia, tras la que se realizó la correspondiente autopsia y exámenes médicos, por parte de un equipo de forenses, peritos y toxicólogos, que concluyeron que Mario se suicidó.

Pero esto no logró que los Biondo se rindieran llevando a cabo un constante ataque contra Raquel Sánchez Silva, que, en noviembre de 2020 presentó una denuncia por acoso y amenazas. La Justicia le dio la razón y la familia de Mario fue condenada a pagarle 3.000 euros por daños morales y una pena de ocho días de "localización permanente a cada uno". Finalmente, el 1 de agosto de 2022, la Justicia italiana también decidió cerrar el caso Biondo de forma definitiva.

Caso cerrado

Ahora, un año después de este cierre, el documental de Netflix reabre el polémico suceso para la opinión pública. Al comienzo de este proyecto, la familia de Biondo, interesada en que el caso no caiga en el olvido, aceptó participar. Sin embargo, cuando supieron que tras la producción ejecutiva del proyecto se encontraba el exmanager de Raquel Sánchez Silva, Guillermo Gómez, advirtieron que no podían utilizar ningún tipo de material o declaración que hubieran facilitado. Lo mismo hizo el criminólogo Óscar Tarruella y un compañero de trabajo de Mario, por lo que el contenido del documental está en el aire. De nuevo, la polémica está servida.