El 22 de septiembre de 1962 quedó marcado en la vida de Julio Iglesias como un día que lo cambió todo. En el especial que Telecinco emitía este lunes sobre él: 'Julio Iglesias. La vida sigue igual', se repasaba la vida del cantante español más exitoso de los últimos tiempos de la mano de numerosos rostros conocidos que lo han acompañado en su camino a la fama mundial. 'El Puma', Carlos Latre, 'Los del Río' o José María Aznar han participado en un documental que ha sido todo un homenaje al artista. En él se pone especial atención a un día que cambió la vida de Julio: Un 22 de septiembre de 1962. Aquel día, un accidente de tráfico en el norte de Madrid lo dejó paralizado durante un año y medio, truncando así su prometedora carrera como portero del Juvenil B del Real Madrid. Este suceso traumático se ha convertido en un episodio crucial en la vida del famoso cantante, quien desde entonces ha vivido con el temor de no poder volver a andar.
Un choque contra unos arbustos camino a casa marcaría el inicio de una serie de desafíos para Julio Iglesias. Al principio, el accidente resultó en fuertes dolores de espalda, pero debido a un diagnóstico negligente, quedó prácticamente inmovilizado durante más de un año. Dos años después, los especialistas descubrieron que la incapacidad de mover las piernas se debía a una compresión en la columna causada por un tumor maligno. La operación para tratar esta afección fue delicada, y la gravedad de la compresión en la médula dejó a Julio con funciones perdidas. La radioterapia, aunque intentaba mejorar su condición, generó secuelas fatales, empeorando aún más su estado de salud. El dolor en la espalda era atroz.
En un giro afortunado, el padre de Julio, el Dr. Puga, tomó la decisión de interrumpir el tratamiento, revelando que el tumor era benigno. A partir de ese momento, Julio Iglesias inició un largo proceso de recuperación, luchando por recuperar la movilidad y las funciones perdidas. Fue un camino arduo, lleno de dolores, pero la música se convirtió en su más fiel aliada.
Julio ha confesado que la música le brindó la fuerza necesaria para superar este difícil período de su vida. De hecho, su canción más conocida, 'La vida sigue igual', nació durante su recuperación, reflejando los sentimientos que experimentaba el cantante después de la operación. Con una guitarra, encontró las fuerzas para plasmar sus emociones en versos, sin saber el impacto que tendrían. "Hace 55 años mi vida cambió para siempre. Estudiaba leyes, jugaba al fútbol en mi equipo del alma con los juveniles y un accidente frustró todas mis ilusiones. Pero ese accidente, como digo siempre, juntó mi alma con mi cabeza y empecé a vivir una aventura que aún no ha terminado", escribía él mismo en sus redes sociales el pasado verano, recordando el aniversario de aquel fatídico día.
Así, la vida de Julio Iglesias se convirtió en una historia de superación, donde la adversidad se transformó en una nueva aventura. Su resiliencia y talento artístico lo llevaron a convertirse en una figura icónica, demostrando que, incluso en los momentos más oscuros, "la vida sigue igual".