El 2024 no termina de la mejor manera para Anne Igartiburu. La presentadora de ‘D Corazón’ ha tenido que hacer frente a una inesperada y dolorosa pérdida, la de su padre. Y aunque han pasado ya varios días desde que tuvo lugar esta muerte no ha salido a la luz hasta ahora, pues la periodista ha preferido guardarla en su más absoluta intimidad.

Anne Igartiburu en 'La Revuelta'

Anne Igartiburu en 'La Revuelta'.

Televisión Española

Anne Igartiburu hizo frente a la pérdida de su padre después de recoger la Antena de Oro

Tal y como ha podido conocer Informalia, unos días después de que Anne Igartiburu recogiera la Antena de Oro en honor a su impecable trayectoria, tenía lugar la muerte de su progenitor, José Manuel Igartiburu. Esta caía como un jarro de agua fría sobre la presentadora, que optaba por pasar unos días en su pueblo, Elorrio, en Vizcaya, para así sentirse más cerca de sus seres queridos en tan difícil situación. Y es que, para ella, sus padres siempre han sido un ejemplo a seguir. Tanto es así, que de ellos presumió cuando fue condecorada con el premio mencionado: “Yo soy hija de una maestra de escuela y de un señor muy anarco que no nos dejaba ver la tele, la escondía en un armario. Yo me iba a casa de mi abuela a ver algunos programas”, recordaba con nostalgia, y sin llegar a imaginar lo que sucedería días después.

No hay duda de que la pérdida de José Manuel ha supuesto un verdadero mazazo para Anne. Sobre todo teniendo en cuenta que su madre, Lourdes, fallecía hace 38 años y sumía a sus seres queridos en la más absoluta tristeza. Ahora, la presentadora tendrá que apoyarse en el resto de miembros de su familia para superar el duelo cuanto antes. Tal y como tuvo que hacer su padre hace casi cuatro décadas, y que ella misma recordaba en una publicación en su cuenta de Instagram: “Caminar a tu lado. Sé que cada vez lo hacemos menos. Y que cada paso es uno más para darle importancia al instante. Le digo a mis ganas que aún quedan paseos, charlas y silencios. Al fondo nuestros montes. Nuestro camino. Me has dejado andar el mío, en la distancia, sin agobiar, creando un puente perceptible y a la vez muy laxo. En el que nos hemos acercado cuando lo hemos necesitado”, escribía.

Anne Igartiburu, espectacular

Anne Igartiburu en un photocall.

Gtres

Sus palabras no quedaban ahí, e Igartiburu seguía haciendo referencia, con mucho cariño, a su progenitor y a cómo había cuidado de ella incluso en la adversidad: “Me gusta lo que ha quedado en mí y lo que sigue emergiendo de tus enseñanzas. Los libros, la música, la poesía, el arte, el deporte, la actitud, el arranque, el criterio, el ir a contracorriente y cuestionarlo todo. Las risas y los silencios. Salir a correr, subir una montaña, leer un ensayo o escuchar a Bach y Paco Ibáñez o Laboa. Todo, todo, todo aporta. Viajar en bici e interpretar artículos del periódico, recortar noticias y buscar soluciones a un plano en alzada. Visitar lugares, dormir al raso y compartir un bocata al llegar arriba del monte. Todo, todo aporta y nada cae en saco roto. Tu gestión del duelo y tu tirar ‘palante’. Pues eso, vamos adelante”.

La presentadora también tuvo que lidiar con la muerte de su madre, Lourdes, hace 38 años

Con su testimonio, la presentadora se estaba refiriendo a la pérdida de su madre, Lourdes, que tuvo que afrontar cuando apenas tenía 16 años. El consuelo que le quedó a Anne es que su progenitora falleció haciendo lo que más le gustaba, pues era profesora en un colegio infantil y voluntaria en un grupo de rescate de montaña: “Se estrelló el helicóptero… Te queda la satisfacción de saber que estaba haciendo algo importante para los demás”, comentaba frente a Bertín Osborne en ‘Mi casa es la tuya’.

 

Aun así, la periodista no pudo evitar admitir que le “costó levantar cabeza”, pues el núcleo familiar quedó gravemente erosionado con la muerte de su progenitora: “Falta la madre y se resquebraja el eje de cualquier familia y cada uno sale como puede adelante. De mi padre tengo recuerdos de profunda soledad porque eran compañeros y yo, entre comillas, tuve que ocupar el puesto de mi madre”, confesaba. 

 

Precisamente, cuando tuvo lugar este trágico fallecimiento, la vizcaína se acababa de mudar a Estados Unidos para continuar con su formación académica y su beca como atleta profesional. Pero lo sucedido truncó sus planes y se vio obligada a volver a España inmediatamente, donde cambió su vida de manera definitiva. Y lo cierto es que, a nivel profesional, las cosas no le han ido nada mal, pues se ha convertido en todo un icono de la televisión dentro de nuestras fronteras, hasta el punto de haber presentado las Campanadas en Televisión Española en multitud de ocasiones.