Daniel Sancho olvidó una mochila ensangrentada tras el crimen: ¿qué había en su interior?

Daniel Sancho, que en septiembre podría tener un vis a vis con sus padres, trato de aparentar normalidad tras, según su versión, asesinar a Edwin Arrieta. El hijo de Rodolfo Sancho después de descuartizar al cirujano colombiano acudió a un restaurante, donde dejó olvidada una mochila. Un accesorio que él llevaba colgado y que las cámaras de seguridad grabaron cómo dejó de forma involuntaria y sin darse cuenta de que iba a ser una prueba contra él. Ahora esta pieza cobra gran importancia en la investigación, ya que tenían restos de sangre. Aunque esto no es lo único que dejan ver las imágenes, ya que en ellas además se aprecian las heridas que él lucía en su brazo, así como las vendas y el rastro de sangre que dejaba a su paso, hechos que ahora cobran sentido y que dejan ver el despiste fatal de Daniel.

Las imágenes de Daniel Sancho antes de ser detenido

Daniel Sancho olvidó algo crucial cuando fue a desayunar

Ahora un testigo relata que Daniel Sancho llegó al restaurante de la isla con su "mano derecha vendada y sangrando", siendo poco después cuando dejó olvidada la famosa mochila. En su interior había un cuchillo, así como una venda con sangre y una gasa. Esto provocó que el punto de mira se pusiera sobre él y que se iniciara una investigación en la que Daniel terminó confesando el crimen del cirujano colombiano. Fue poco antes cuando se le vio en un supermercado comprando el kit que habría utilizado para terminar con la vida de Edwin, tienda en la que se gastó 40 euros y donde compró un cuchillo de carnicero y objetos de limpieza, entre otros productos.

Así las cosas, en 'El programa del verano' han revelado que la policía tailandesa empezó a sospechar de Daniel incluso antes de que se personara en la comisaría para denunciar la desaparición de Edwin. Recordemos que acudió a la policía cuando recibió mensajes de la hermana de colombiano, quien le exigió que se personase para preguntar dónde podía estar su hermano. Entonces él no sabía que el 3 de agosto, un día después del asesinato de Arrieta, ya era sospechoso. Aunque aseguró que el corte de su mano se lo había hecho "pelando un coco", las pruebas encontradas y su confesión desmontarían la primera versión que Daniel Sancho dio.El joven de 29 años fue a desayunar a un restaurante cercano a su hotel, desde donde compartió un vídeo en sus redes sociales. En ese impasse de tiempo se empezaron a descubrir los restos humanos de Edwin en diferentes puntos de Tailandia, entre otros en un vertedero, lo cual hizo saltar todas las alarmas. Fue la policía quien tras analizar las cámaras de la zona llegó a Daniel y, por ende, a su cuenta de Instagram, donde pudieron ver dónde había desayunado. Para sorpresa de los investigadores encontraron una mochila negra que él había dejado olvidada en el citado restaurante y que, a su vez, contenía restos que podían inculparle de forma directa.