El juicio contra Daniel Sancho (30 años) se ha tomado un descanso por las festividades. Es este miércoles 17 de abril cuando arrancará de nuevo, aunque eso no significa que todo esté en stand by. Todo lo contrario. La maquinaria no ha dejado de rodar. Prueba de ello es que el Ministerio de Asuntos de Exteriores y la Embajada hayan movido ficha. Son conscientes de que todas las miradas están puestas en el caso, pero eso no quita que se esté trabajando en el futuro de este joven que está acusado del asesinato planificado de Edwin Arrieta y de su descuartizamiento en Tailandia. 

El hijo de Rodolfo Sancho (49 años) podría ser condenado a pena de muerte o a cadena perpetua, dos opciones que le acercan a Bangkok Bang Kwang, el famoso 'Bangkok Hilton'. Tildada de "cárcel infernal", se caracteriza no solo por su máxima seguridad, sino también por las condiciones sanitarias que ofrece.

Edwin Arrieta y Daniel Sancho, en un montaje

La familia de Edwin Arrieta, satisfecha con la primera sesión del juicio.

Montaje SEMANA.

Es un lugar muy peligroso, lo que ha llevado a su padre y a todo el equipo del que se rodea a centrar sus esfuerzos en que Daniel Sancho termine, si finalmente es condenado, en una prisión mejor. Saben que la burocracia no será fácil, pero tienen claro que lo intentarán hasta el final. 

Fuentes cercanas al Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno deslizan este intento para que Sancho no termine en una cárcel tan extrema. Que se pueda evitar que en los próximos años conviva con compañeros que pasan de violadores a narcotraficantes y que, si puede ser, continúe en Koh Samui. Allí goza de tranquilidad y cuidados, algo que se espera que continúe en el tiempo si finalmente el juez de declara culpable de alguno de los delitos. Recordemos que su padre ha logrado gracias al dinero que aporta semanalmente cambios en la alimentación de Daniel y que duerma en un futón en vez de en el suelo. 

Los dos grandes escollos que el hijo de Rodolfo Sancho puede encontrarse en Hilton

Se está diseñando un plan para que Daniel Sancho evite una cárcel que podría oscurecer todavía más su futuro. Lo revelan en La Razón, donde además consultan a expertos sobre los motivos que pueden presentarse para conseguir que un preso no acabe en una cárcel determinada. Cuentan que uno de los posibles motivos puede ser su inadaptación. No solo porque en el Hilton nadie habla inglés y solo se comunican en tailandés, sino porque las atenciones médicas son nulas. Esto pondría mucho más difícil su estancia entre rejas, escenario que tanto su familia como organismos oficiales intentarían evitar.

El testimonio de un convicto de la cárcel en la que podría ser encarcelado Daniel Sancho

Si no se consigue este cambio y Daniel Sancho acaba como preso de esta cárcel tendrá un día a día muy complicado. Además de dormir sobre el suelo, contará con grilletes en sus tobillos durante al menos tres meses. Una medida que, en su caso, le ha llevado a tener dolorosas heridas y es que para acudir a la corte de Tailandia debe ir acompañado de ello.

Fue un convicto llamado Colin Martin el que dio detalles de lo vivido en su interior. "Nada más plantar un pie, me pusieron cadenas. No las que se ven en la televisión, estas pesan cuatro kilos y fueron aplastadas a mis tobillos por los oficiales a martillazos", explicó en medios extranjeros. Se quejó e intentó deshacerse de ellas, algo que le resultó completamente imposible. 

Rodolfo Sancho a su salida del juicio contra su hijo Daniel Sancho

Rodolfo Sancho a su salida del juicio contra su hijo Daniel Sancho.

Gtres

Aunque los aledaños están llenos de flores cuando pones un pie en la cárcel su interior es escalofriante. Allí solo tienen acceso a una ducha al mes y a agua que no está en buenas condiciones, una cuestión que sin ningún género de dudas multiplica las enfermedades entre sus habitantes. 

Mientras el equipo legal de Daniel Sancho intenta lo imposible por salvarle, la otra parte asegura estar abierta a hablar. "Estamos abiertos a un acuerdo, pero debe reconocer la premeditación", explicó Ospina en una de sus últimas intervenciones. Él es quien vela por los intereses de la familia de Edwin Arrieta en Tailandia y quien se ha negado a cobrarles por sus servicios. Actualmente está en el sudeste asiático, donde trabaja día y noche junto a otra abogada para que Daniel Sancho sea condenado por el asesinato planificado del cirujano colombiano. 

"Este procedimiento lo llevamos primero porque creemos que podemos ayudar a la familia. Pero no somos tampoco ajenos al interés mediático que todo esto suscita. Nuestra firma no busca con esto un rédito patrimonial directo, sino el valor añadido (exposición mediática) que el procedimiento nos puede dar", explicaba Ospina en El Mundo en su última entrevista.