Cristina Pedroche y David Muñoz daban la bienvenida a su primera hija, Laia, el pasado 14 de julio. A las 00:10 horas se convertían en padres en el Hospital Montepríncipe de Madrid. La presentadora, ya más recuperada, aunque aún con las secuelas derivadas de dar a luz, se siente con fuerzas de desvelar todos los detalles a sus seguidores de su parto "natural". En todo el proceso fue indispensable para ella las enseñanzas de la técnica del hipnoparto que había podido adquirir en su embarazo. "Si no lo he hecho antes es porque ha sido tan salvaje y bonito que no quería que el odio que sé que vendrá cuando conteste cosas me pudiera afectar", reconocía junto a fotos de su post parto.
La presentadora de Atresmedia confirmó que lo suyo había sido un "parto vaginal y natural. Si hubiera sido cesárea en tres horas después del parto no creo que hubiera podido estar así de bien de pie". Era momento de recuperación y por ello se muestra en la habitación del hospital con un empapador: "En las horas posteriores se sangra bastante. A día de hoy ya sangro muy poco pero hay mujeres que se tiran sangrando toda la cuarentena".
Cristina Pedroche se preparó así para la llegada de Laia: "A las 21 horas ingresé y nació a las 00:10"
Durante su embarazo, Cristina Pedroche se estuvo preparando para ese momento en que Laia ya viniera. Una semana y media antes empezó para ella ya la dinámica de parto. El 13 de julio sería cuando ya comenzara todo el proceso: "A las 4 de la mañana empezaron las contracciones con intensidad, pero venían cada 6-10 minutos, todavía no eran regulares. Así que estuve en la cama tumbada y concentrada en la respiración cada vez que venía una ola uterina más intensa". Con las recomendaciones de su matrona en mente, optó por estar en la piscina hasta que fuera ya necesario acudir al centro hospitalario.
"Todo el rato hablando con la matrona y la ginecóloga que me iban supervisando. El agua me ayudó a sentirme menos pesada y, aunque la intensidad era cada vez mayor, me ayudaba bastante los masajes con presión en la zona lumbar cuando venía la contracción. Entre una y otra me relajaba muchísimo, incluso pude comer", recuerda de aquel día. A las 21 horas del 14 de julio llegaba entonces al hospital y dio la bienvenida a la pequeña a las 00:10 horas.
El hipnoparto, la elección de Cristina Pedroche para sobrellevar el parto
"No, no me puse epidural. Estaba muy tranquila y no me acordé de ella. En el curso de hipnoparto me enseñaron muchísimos recursos para gestionar el dolor y yo me construí mi propia escalera para ir eligiendo una cosa u otra según fueran aumentando la intensidad de las olas uterinas, y la epidural estaba la última de mi lista", desvela Cristina Pedroche sobre su parto. Reconoce que su gran aliado en todo fue la respiración, el control de la misma: "No me tuvieron que poner ninguna medicación, ni tuve desgarro, un pequeño punto que ya se ha reabsorbido".
El dolor y la epidural era lo que más le preocupaba después de todo lo que había leído y muchas experiencias que habían compartido con ella. "Cuando dije que 'no puedo más, me voy a morir', fui totalmente consciente de estar diciéndola y, aunque el dolor era muy fuerte, sonreí porque sabía que ya estaba todo hecho, que en pocos minutos conocería a mi hija".