Cristina Cifuentes ha contado lo mal que lo pasó en el hospital tras sufrir un accidente de moto que casi le cuesta la vida. Estuvo a punto de morir tres veces y permaneció en coma durante dos semanas
El Maestro Joao se ha estrenado en el apasionante mundo de los podcasts con el suyo propio, ‘El Elegido’, bajo el amparo de Los 40 Principales, donde se adentrará en el mundo de lo místico y lo esotérico de la mano de un invitado de gran calado. En su primera cita con su público ha contado con la presencia de Cristina Cifuentes, que ha hablado sin miedos y tabúes sobre uno de los capítulos más difíciles de su vida tras sufrir un gravísimo accidente de moto y por el que casi pierde la vida hace ahora 8 años. De hecho, estuvo en coma inducido durante dos semanas para ayudarle a superar el trance. Un momento clave en el que el astrólogo ha querido ahondar para conocer cuál fue la experiencia de la polía de su experiencia cercana a la muertetica durante su estado de letargo, algo que hasta ahora nunca había contado en público.
Vídeo: Youtube
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Cristina Cifuentes no ha tenido reparos en profundizar en lo que sintió mientras estaba en coma inducido, en el que se produjeron sueños inquietantes y vivencias de las que no han quedado más que residuos en su memoria, aunque las sensaciones siguen muy vividas en su corazón. Unas percepciones cercanas a la muerte que al Maestro Joao le han apasionado y en los que ha querido entrar con más detalles para conocer mejor la experiencia vivida por la política. La ahora colaboradora de los platós de Mediaset no tiene dudas al definir su accidente con la certeza de que vio “la muerte muy de cerca”, lo que le hizo replantearse su propia existencia y hacer cambios importantes en su cadena de prioridades.
“Más que la experiencia del coma, que fue una experiencia muy dura, no fue buena, lo pasé fatal en el hospital, estar allí tanto tiempo es como estar en el infierno”, comenzaba a narrar Cristina Cifuentes sus días de hospitalización. “Me despierto muy mal, con dolores terribles que ni la morfina lo calmaban, pero mucho peor es el miedo. No puedes hablar con una traqueotomía, no sabes cómo vas a quedar, oyes cosas, pero a ti te tratan como si no estuvieras delante”, narra con crudeza los peores momentos de su vida tras el accidente de moto que le postró en la cama de un hospital -más de un mes en la UCI- sin saber muy bien qué le había sucedido.
Cristina Cifuentes tuvo que ser inducida al coma, porque “no me funcionaban los pulmones y el corazón me funcionaba a duras penas, la fractura más leve eran 18 fracturas de costilla, tenía una vértebra aplastada, la clavícula partida”, enumera. Pero el Maestro Joao tenía más interés en conocer lo que experimentó mientras estaba en coma, lo que sintió, lo que vio, lo que soñó. La política se confiesa: “Tuve un sueño. Lo llamo ‘El Sueño’, porque no suelo acordarme de los sueños y era algo muy real. En ese sueño había tenido un accidente. Vuelvo a mi lugar de trabajo en la Delegación del Gobierno, donde yo trabajaba y vivía, reúno a todo mi equipo, en una sala muy grande, y les explico que voy a estar fuera una temporada y les dejo las tareas un poco organizadas. Fíjate qué cosa tan demencial. A partir de ahí el sueño trascurre en un hospital. Es un hospital muy extraño, porque los que me atendían eran japoneses y era muy angustioso, porque quería saber dónde me encontraba, miraba los carteles… Y todo fue una especie de lucha por saber dónde me encontraba, saber qué me pasaba, salir de ahí”, narra con especial angustia al rememorar lo sufrido.
Cristina Cifuentes se ha documentado mucho al respecto y ha llegado a la conclusión de que entre las personas que están en coma “la experiencia que vive es parecida a veces”. Por ello, anima a los familiares de las personas en letargo que “hay que hablar, acariciar a las personas que están en coma, porque esas sensaciones, olores, tactos los tienes y eso ayuda”. Para ella, el sueño era una mezcla entre lo irreal y lo real, pues dice haber visto a familiares, pero también al médico que la atendía. Es más, habla de “las ventanas que se abren cuando te bajan la medicación. Me enteraba de muchas cosas”, remarca.