Concha Velasco, -fallecida este sábado 2 de diciembre a los 84 años-, y Paco Marsó compartieron una historia de amor profunda y, al mismo tiempo, compleja. Llena de momentos de felicidad, pero también de profundas crisis, debido a las infidelidades y los problemas con el juego del productor. Esto llevó al matrimonio a la ruina personal y económica. Se casaron el 18 de abril de 1977, pero, en su noche de bodas la actriz ya descubrió que Paco iba a ser tan pasional como imprevisible. Tras el enlace, desapareció aquella noche y ella se asustó tanto que llamó a su suegra bañada en lágrimas. "¡Uy, hija! Ya te acostumbrarás". "Y me acostumbré", reconoció la intérprete años después con un tono triste y melancólico en su voz.

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Paco Marsó y Concha Velasco. Gtres

Paco Marsó, el padre adoptivo de Manuel

Concha aguantó todo tipo de situaciones porque estaba locamente enamorada de Paco. Y este quería ser el padre adoptivo del pequeño Manuel, nacido de su relación con el director de fotografía Fernando Arribas. Además tuvieron otro hijo, Francisco, que nació en abril de 1979. Pero lo que para la prensa parecía un matrimonio feliz que disfrutaba los veranos en la playa, de puertas para adentro era una familia marcada por la bronca continua. A pesar de todo, para Concha sigue siendo el amor de su vida. "Desde que Paco partió, no he sentido lo mismo por nadie. Las imágenes de nuestro tiempo juntos aún adornan mi hogar. La pérdida de Paco en 2010 solo sirvió para reforzar cuánto significaba para mis hijos", desveló la actriz en una entrevista hace años.El productor le fue infiel a Concha en innumerables ocasiones. Y no es algo que se publicara en la prensa de la época como un simple rumor, él lo reconoció en público. En el programa de televisión "Salsa rosa" reconoció que había pagado a profesionales del sexo en noches de fiestas desenfrenadas. Por culpa de esta situación, la pareja atravesó una gran crisis en 1990. La paciencia de Concha estaba llegando al límite, pero siguió aguantando. Con el despilfarro económico llegaron las deudas y todo eso a pesar de que la actriz estaba atravesando un momento profesional excelente y no paraba de recibir ofertas de trabajo.

Concha Velasco
Francisco Marsó, Concha Velasco y Manuel Velasco. Gtres

"He llorado mucho, pero de todo se sale"

Y es que Paco Marsó no solo le era infiel, también tenía un apetito desmedido por el juego. Por otra parte, puso en marcha varios proyectos empresariales que fracasaron y la suma de todo ello más las inspecciones de Hacienda, provocaron la ruina. Solo con la obra "Hello Dolly", que estrenaron en el Teatro Calderón, perdieron 600 millones de las antiguas pesetas.Tras una crisis en 2002, la ruptura definitiva se produjo en el año 2005. Concha ya no podía más y se separó. Se divorciaron en 2010. En su entorno, y también en los medios (Concha llegó a admitir que fueron su psicoanalista) se sabían los motivos: los problemas causados por las infidelidades de Paco Marsó y su afición al juego, que causaron buena parte de los problemas económicos de la pareja, agravados por inversiones fallidas. «Al divorciarme he ganado que cuando suena el timbre de casa no piense que es una citación judicial», recodó ella tras poner punto y final a su turbulenta relación. "He llorado mucho, pero de todo se sale".